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EL RINCON DE CELE: ANNA GÖLDIN
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De: cele19331  (Mensagem original) Enviado: 07/05/2013 19:25

Anna Göldin, la última bruja de Suiza

En los dos siglos y medio más intensos de la caza de brujas en el mundo occidental, de fines del siglo XV a principios del siglo XVIII, la cifra total de esos asesinatos judiciales pudo muy bien traspasar la cifra de miles y miles de casos. Historiadores e investigadores estiman hoy día que el número de víctimas se situó entre 50.000 y 100.000, contando tanto los condenados a la hoguera por los tribunales de la Inquisición como los condenados por la Reforma. En general, se vio más afectada por esa siniestra caza de brujas la Europaprotestante que la católica. La inmensa mayoría de las personas acusadas de brujería fueron mujeres, aunque también hubo un pequeño porcentaje de hombres procesados y ejecutados.
 
Los tribunales condenaron a miles de supuestas brujas a la pena de muerte en la hoguera, tras terribles tormentos para que confesaran su pacto con el demonio, sus asesinatos de niños, sus orgías en el Sabbat y otras cosas; tras lo que solía venir una segunda serie de sesiones de tormento para que delatasen a otras brujas de la comunidad. Se decía de ellas que al haber hecho el pacto con el diablo este las marcaba con su uña en el hombro, o bien en el sexo, haciéndole donación de un animal para que le acompañase (los gatos negros eran asociados con las brujas).
 
La mayoría de las mujeres acusadas de brujería eran solteras o viudas, de edad avanzada, pertenecientes a los niveles más bajos de la sociedad y con frecuencia parteras o curanderas, pues los remedios de estas últimas se basaban en una farmacopea tradicional, consistente en brebajes y también en infusiones o decocciones de raíces y de hierbas. La población de entonces, esencialmente rural, no tenía otro recurso para intentar tratar algún mal que recurrir a estos procedimientos ancestrales, los que a la consideración de personas más cultas daban que pensar en la magia y en la brujería.
 
Para probar la culpabilidad de una indagada se le pinchaba, y si no sangraba, la susodicha era reconocida como culpable de brujería; y por su parte, si se tiraba al agua a la mujer atada de pies y manos, y no se ahogaba, también ello se interpretaba como signo de que era una bruja. Las últimas condenadas que fueron quemadas vivas en Europa datan del fin del siglo XVIII y principios del siglo XIX. En esta entrada me ocuparé del caso de Anna Göldin, la última mujer en ser condenada por brujería en Suiza, aunque ella tuvo una ejecución más "piadosa", la decapitación.
 
EL CASO DE ANNA GöLDIN
Nacida en Sennwald, Anna Göldin llegó al cantón suizo de Glarus buscando trabajo como sirvienta en 1765. Se trata de un valle estrecho rodeado de montañas, en el que se apiñan las aldeas entre rocas que a duras penas dejan lugar a la tierra y el pasto. En el pueblo de Mollis selló su destino como "la última bruja de Suiza". Es descrita como una mujer alta, bien proporcionada, de cabello oscuro, ojos grisáceos y tez sonrosada. Un buen día entró al servicio de la familia del médico Johann Jakob Tschudi, también magistrado y figura política en ascenso, ocupándose de sus cinco hijas. 
Al principio la relación entre empleada y patrón funcionó con normalidad, hasta una mañana en que, según las fuentes históricas, apareció una aguja en el bol de leche de una de las hijas de Tschudi, Anne-Miggeli, de ocho años. Dos días más tarde aparecieron agujas en el pan de Anne-Miggeli y en el bol de su hermana Susanna. Las sospechas recayeron sobre la sirvienta. A pesar de que ella defendió su inocencia, los Tschudi la expulsaron de su casa. Anne-Miggeli enfermó después de que Göldin fuera expulsada de la casa. Según los testigos, estaba como poseída con convulsiones y fiebre. Se afirmaba que la joven había expulsado una aguja ensangrentada y que nuevas agujas salían cada día de su boca. 
Anna Göldin fue acusada de practicar la magia negra sobre la niña. Primero escapó del arresto pero el cantón le puso precio a su cabeza y fue capturada en Zürcher Zeitung. La procesada, que no sabía leer ni escribir, sufrió interrogatorios día y noche por parte de las autoridades políticas y religiosas de Glarus. Ella insistía en su inocencia, pero fue torturada; se le colgó de los pulgares, se le ataron piedras a los pies. Al fin, bajo tortura, confesó que tenía un trato con el diablo y que éste se le aparecía como un perro negro. Las agujas se las había proporcionado Satanás. Una vez terminada la tortura, ella se retractó de su confesión. De nuevo se la torturó brutalmente para que volviera a admitir su "culpabilidad".
 
El peso del testimonio de la hija de los Tschudi era abrumador a ojos de los jueces: a lo largo de una jornada, Anna Göldin habría dado una chuchería a la niña y le habría dicho que no se lo dijera a sus padres. El proceso fue rápido, ya que Anna no podía explicar la presencia de cuerpos extraños en el cuerpo de la niña. Durante ese tiempo, la salud de la hija de los Tschudi mejoraba. Para los jueces, esta mejora de su estado probaba que la «bruja» ya no tenía dominio sobre su víctima.
 
El veredicto fue en parte censurado por la prensa: el tribunal quería evitar la mención de brujería, una acusación que comenzaba a estar anticuada en la época. Algunos informes fueron destruidos y se la clasificó de envenenadora para limitar la importancia del caso. Condenada por el tribunal de Glarus a ser decapitada, Anna Göldin fue ejecutada con una espada en la plaza pública el 18 de junio de 1782. Tenía cuarenta y ocho años.
 
Hoy día nadie duda que lo que sucedió fue una injusticia. Es poco creíble que Anna Göldin fuera ejecutada porque Glarus, en pleno Siglo de las Luces, se mantenía aferrado a supersticiones medievales. Parece que Johann Jakob Tschudi mantenía una relación amorosa con Anna Göldin y ella, cuando fue expulsada de la casa, le amenazó con revelarlo todo. El adulterio era un delito, por lo cual él podría haberse visto seriamente perjudicado. Anna se había convertido en una amenaza para su amante. Tschudi quería deshacerse de ella. Acusarla de brujería era una manera legal de asesinarla.

Su historia fue retomada en una película de 1991: Anna Göldin, die letzte Hexe (Anna Göldin, la última bruja). 



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De: IMANPRINCESS Enviado: 30/09/2024 03:09


 
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