No abras la herida que ya cicatrizó.
No revivas los dolores y sufrimientos antiguos.
Lo que pasó, pasó…
De ahora en adelante,
pon tus fuerzas en construir una vida nueva,
orientada hacia lo alto, y camina de frente,
sin mirar atrás.
Haz como el sol que nace cada día,
sin pensar en la noche que pasó.
Vamos, levántate…
porque la luz del sol está afuera!