Un joven se presentó ante el Maestro y le preguntó:
– ¿Cuánto tiempo crees probable
que puede llevarme el alcanzar la iluminación?
– Diez años. -le respondió el Maestro.
El joven quedó impresionado.
– ¿Tanto? -preguntó sin dar crédito a sus oídos.
Y el Maestro le dijo:
– No, me he equivocado. Te llevará veinte años.
– ¿Por qué el doble? -preguntó el joven.
– Bien pensado,
-dijo el Maestro-,
en tu caso probablemente sean treinta años.
Oso
|