Antes de empezar, dejadme que disfrute de ese instante en el que alguien está tostando pan y su embaucador aroma invade de forma inevitable toda la atmósfera que te rodea. Mmmmm… ¡qué momento! Hay que ver lo evocadoras que pueden ser algunas palabras. En fin, vayamos al grano y analicemos con cariño la expresión española de hoy, que además, nos va a servir para matar dos pájaros de un tiro.
Me explico. Hay una expresión que es “olerse algo” y otra que es “olerse la tostada”. Están relacionadas, pero tienen connotaciones diferentes. Así como cuando percibimos un aroma a café podemos imaginar que alguien está preparándolo, usamos la expresión “olerse algo” cuando intuyes (sospechas con bastante certeza) que algo va a pasar o que algo es de una determinada forma antes de que te confirmen que es así. Por otro lado, si a lo de “olerse” le añadimos lo de “la tostada”, estaremos indicando que estamos adivinando algo secreto que no interesa desvelar por algún motivo. De hecho, según la RAE, olerse la tostada es “Adivinar o descubrir algo oculto, como una artimaña, una trampa, etc.”, es decir, que oficialmente tiene una connotación negativa, al contrario de lo que ocurre con “olerse algo”, lo cual simplemente significa que ya te imaginabas que algo era así, pero no tenía que ser ni bueno ni malo. Dicho todo esto… ¡vamos con los ejemplos!
Ejemplo 1 (sin connotación negativa): Un amigo se acerca y nos dice: ¿Sabías que Juan y María están saliendo juntos? A lo que podría responder: Ya me lo olía yo, últimamente iban juntos a todas partes y cuando se hablaban el uno al otro utilizaban un tono muy dulce.
Ejemplo 2 (con más carga de querer ocultar el secreto): Como todo parecía demasiado bonito para ser cierto, antes de firmar por la nueva empresa pedí un contrato completo para leérmelo con tranquilidad porque me olía la tostada… y menos mal que lo hice. Según parece en este ejemplo, y como en ninguna empresa te dan mucho por nada, el que iba a firmar presentía que le iban a hacer trabajar más horas de las normales, o que iba a tener que viajar mucho, o afrontar él mismo determinados gastos, etc.
Bueno, tampoco ha sido tan complicado, ¿no? Si os queda alguna duda, ¡ya sabéis!
Y como no podría ser de otra forma, os dejo con una simpática imagen de una tostada, ideal para darse los buenos días.
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