A continuación, voy a retomar mi actividad bloguera con una de esas expresiones que tanto me gustan por su expresividad gráfica: quedarse en el tintero. Cuando algo se ha quedado en el tintero es que se ha quedado pendiente, que no se ha dicho o hecho. Así de simple. ¿Y por qué me gustaba tanto esta simple expresión? Para los llamados nacidos digitales, tal vez no sea algo tan obvio el sentido de esta frase, porque probablemente no entiendan que cuando Cristóbal Colón descubrió América no publicó ningún comentario en su twitter o en su muro de Factbook. En esa época, y de hecho hasta finales de los años 30 del pasado siglo, no existían ni siquiera los bolígrafos, y para escribir se utilizaba una pluma que funcionaba con la tinta que iban cogiendo de un recipiente llamado tintero. Y precisamente como de dicho recipiente salía la tinta que después se convertiría en diversos escritos, ideas, libros, etc., algo que no salía del tintero se quedaba encerrado en él para siempre, y quedaba por tanto pendiente de publicarse. Y para cerrar este post y transmitiros la imagen que evoca en mí dicha expresión, os dejo con una preciosa fotografía de Francesco Lay Martínez.
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