Para mantener...
Para mantener la elegancia, camina con la certeza de que nunca estás sola.
La gente, más que las cosas, tiene derecho a ser reestablecida, revivida, reivindicada y redimida. Nunca rechaces ni deseches a nadie.
Recuerda, si necesitas una mano amiga, la encontrarás en el extremo de cada uno de tus brazos.
Con el tiempo y la madurez, descubrirás que tienes dos manos: una para ayudarte a ti misma y la otra para ayudar a los demás.
La belleza de una mujer no está en su figura, en la ropa que viste o en la forma como se peina. La belleza de una mujer tiene que ser vista en sus ojos, por que son la puerta de su alma, el lugar donde habita el amor.
Andrey Hepburn
|