|
Cada amanecer es distinto,
parece más amplia la sonrisa
cuando se acerca la Navidad,
y es que el ánimo de renovación
nos desnuda, y nos abre
las puertas del corazón.
Comienzan los propósitos a tejerse en el espiral del mañana, a rondarnos los ojos tratando de sernos fieles, de albergar verdades y desechar mentiras y entonces morimos, esperando que el renacer nos vislumbre nuevos sueños nuevos amores, nuevos pesares. Como un nuevo nosotros siendo el mismo cuerpo, conservando igual el espíritu, pero en una presencia de futuro diferente, donde la esperanza nos disponga su pureza, su lealtad y en su infinita misericordia nos devele la luz que nos alumbre la noche.
Ana Mercedes Villalobos
|
|
|