ARRIMAR EL ASCUA A SU SARDINA
Modismo
Esta frase significa, según el Diccionario de la Real Academia Española, "aprovechar las ocasiones en beneficio propio". Según el presbítero José María Sbarbi, "denota la inclinación que todos tenemos a defender lo que nos pertenece o nos acomoda", que no es la misma cosa. En este caso la Academia tiene razón.
Francisco Rodríguez Marín explica a su manera el origen del dicho: "Dicen algunos que antaño solían dar sardinas a los trabajadores de los cortijos, que ellos asaban en la candela en la lumbre de los caseríos. Pero cuando cada uno cogía ascuas para arrimarlas a su sardina la candela se apagaba, con lo cual tuvieron que prohibir el uso de ese pescado".
Es esto una explicación, pero igual se podrían imaginar veinte parecidas. No obstante, el refrán es muy corriente y no precisamente andaluz. Así pues, en el libro de José Gella e Iturriaga, el Refranero del Mar, viene dos variantes: "Cada uno lleva la brasa a su sardina" y "Cada uno huelga llevar a la brasa a su sardina puesta a asar". Refrán que realmente es difícil incluso de pronunciar.
Digamos, por otra parte, que la sardina recibe en el refranero español hartos elogios, aunque también existe más de uno con aire de vituperio. Entre los refranes a favor de este pescado está aquel célebre que dice: "No hay sardina mala, ni lo puede ser; que la que es mala para comer, es buena para beber". O aquel otro, que afirma: "La sardina y la longaniza, al calor de la ceniza", o aquel que la aconseja desde el punto de vista gastronómico y que aporta también don Francisco Rodríguez Marín: "La sardina por abril, cógela por la cola y déjala ir; por mayo ásala en el rescoldo, por San Juan ya pringa el pan". Y finalmente, el más categórico de los refranes gastronómicos: "Las efes de la sardina: fresca, fritas y frías", a la que se unen, según un cuento de un estudiante hambrón, una cuarta efe que era "fiadas".
Los refranes contra las sardinas son más bien avisadores de las épocas en que no deben consumirse. Como en España existen tres mares y varios microclimas, los refranes que son válidos para un lugar pueden no serlo para otro .Por ejemplo: "Si quieres matar a tu mujer, dale sardinas por San Miguel", que es el 29 de septiembre, refrán que recoge Rodríguez Marín. "Sardinas en mayo, cómalas el diablo", o "Son sardinas del diablo", o bien "Quien quera mal a su vecina, déle en mayo una sardina", o "Quien coma en mayo la sardina en agosto le pica la espina". Esto, por ejemplo, no sería válido en la costa catalana y sobre todo en la Costa Brava, donde las sardinas recién pescadas por mayo son consideradas un bocado exquisito.