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EL VISLUMBRAR DE LA ERA DE ACUARIO
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PREGUNTA La mediumnidad ¿perjudica a la salud?


Respuesta: Eso depende. Cuando una persona sirve de médium a un espíritu desencarnado que
entra en el cuerpo, como en el caso de los médium de trance, cuando el espíritu toma posesión
del cuerpo, empleándolo como si fuera su propio poseedor, es poco dañoso, siempre que dicho
espíritu no abuse del privilegio. En realidad, hay algunos casos en los que los espíritus
invasores tienen mejores conocimientos respecto a cuidar del cuerpo que su propio dueño, y
puede algunas veces mejorar su salud. Pero los espíritus de elevada naturaleza ética no
dominan generalmente a ningún médium, pues éstos son más bien espíritus terrestres,
inferiores, tales como indios y otros de parecida naturaleza, que dominan a las personas
mediúmnicas, y cuando están en posesión de su cuerpo lo emplean para gratificar sus pasiones
sexuales o su deseo de bebidas. En esa forma pueden producir enfermedades orgánicas y
deterioros en el instrumento físico.
En el caso de los médium materializadores podemos decir que esa influencia es siempre
perjudicial. El espíritu materializante pone en trance a la víctima y entonces saca de ella el éter
por el bazo; porque la diferencia entre el médium materializador y la persona ordinaria está en
que en el primero la conexión entre el cuerpo vital y el denso es muy débil, de manera que es
posible sacar una gran parte del cuerpo vital. Este cuerpo es el vehículo que especializa las
corrientes solares que nos dan la vitalidad. Privado de ese principio vitalizante, el cuerpo del
médium en el momento de la materialización disminuye de tamaño, a veces hasta la mitad de
su tamaño normal; la carne se pone fofa y la llama de la vida arde agonizante. Cuando termina
la sesión y el médium se despierta a su conciencia normal experimenta un sentimiento del más
terrible cansancio y esta exhausto, y desgraciadamente muchas veces acude a la bebida para
estimular sus fuerzas vitales. En ese caso, por supuesto, la salud sufrirá enormemente y el
médium se agotará y arruinará bien pronto. En cualquier caso hay que evitar la mediumnidad,
pues aparte de estos peligros hay otros mucho más serios en relación con los cuerpos sutiles, y
especialmente en relación con el estado post-mortem.

 

PREGUNTA 
Cuando los médium hacen esos llamados viajes anímicos o astrales ¿qué es lo que abandona el
cuerpo? ¿Puede hacerse eso en el estado de vigilia para obtener ciertos datos o detalles?


Respuesta: El médium es un clarividente negativo o involuntario y está bajo el dominio de un
espíritu del Mundo del Deseo. Corresponde, por consiguiente, a la víctima del hipnotizador en
el Mundo Físico. En el caso del hipnotizador la víctima lo ve a éste en el estado de vigilia,
mientras que el médium no ve al espíritu que lo hipnotiza hasta que está fuera del cuerpo.
Entonces la víctima se encuentra en su cuerpo de deseos y, por consiguiente, no puede llevar
sus experiencias al volver su cuerpo.
Todas sus experiencias se verifican mientras el cuerpo físico está en trance. El Ego envuelto
en la mente y en el cuerpo de deseos es el que abandona al cuerpo físico, y la misma
separación tiene entonces lugar que en el sueño sin ensueños ordinario, con la diferencia que
el cuerpo físico no queda vacío, sino que el espíritu dominador entra en el cuerpo del médium,
tomando posesión de él y empleándolo a voluntad, frecuentemente en detrimento del médium,
porque cuando tal espíritu ha sido bebedor o libertino en la vida terrestre, muy a menudo
empleará el cuerpo del médium para gratificar sus deseos de bebidas o sus instintos sexuales.
Nunca se imprimirá suficientemente en la mente de los hombres que este cuerpo físico es
nuestro instrumento más útil, y que es completamente erróneo dejarlo en manos de un
hipnotizador o de un espíritu desencarnado. En el caso de los médium existe aún un peligro
más grave, porque algunas veces no es un Ego humano ordinario el que domina, sino un
elemental que generalmente no puede funcionar en el Mundo Físico. Cuando el médium
muere y entra en el Mundo del Deseo, el elemental ha obtenido tal poder sobre el cuerpo de
deseos del médium que puede robárselo a su propio dueño. Como que el cuerpo de deseos es
el vehículo de donde viene el incentivo para la acción, el Ego que se encuentra privado de
dicho cuerpo no tiene motivo alguno para reencarnarse. El elemental puede conservar el
cuerpo robado durante millones de años quizás, de manera que, mientras el resto de la
humanidad va progresando, el desgraciado Ego privado de su cuerpo de deseos queda inerte,
alejado de sus semejantes, antes de que pueda librarse de aquella entidad. Por lo tanto, la
mediumnidad es el peligro más grande para el alma y el más grande que el autor conoce, salvo
la práctica de la magia negra.


PREGUNTA
Yo he hecho muchos vuelos anímicos, y en uno de ellos mi guía me llevó a una gran ciudad de
cristal y después a un templo lleno de gente etérica que decía: "Esta es la sagrada ciudad de
Dios". ¿Podéis decirme por qué hay puertas en esa ciudad y un muro que la rodea y por qué
todo parece de cristal?


Respuesta: Una de las peculiaridades de la materia emocional, que es la sustancia del Mundo
del Deseo, es su grandísima plasticidad y su facilidad de ser modelada por el pensamiento. En
un abrir y cerrar de ojos toma las diferentes formas, de acuerdo con el pensamiento que las
anima, y cuando muchas personas de la tierra piensan en algo semejante esos pensamientos se
agrupan y forman un gran todo.
Así que en las regiones inferiores del Mundo del Deseo los pensamientos de los que creen en
un infierno lleno de fuego hacen en esa sustancia emocional una especie de infierno de
tormentos. Allí pueden verse diablos con cuernos, tridentes y colas, pinchando a los
pecadores, y muy a menudo los que mueren, después de haber vivido con esa creencia, se
encuentran en un estado de temor ante ese lugar que ellos mismos han contribuido a crear.
También hay en las regiones superiores del Mundo del Deseo una ciudad tal como la que usted
describe en la pregunta, una nueva Jerusalén con puertas brillantes, un mar de cristal y un gran
trono blanco sobre el cual está sentada una imagen mental o pensamiento forma de Dios,
creado por esas personas, y que parece un hombre viejo. Es muy probable que usted haya
visitado ese lugar, que es una cosa permanente en el Mundo del Deseo, y que durará tanto
tiempo como la gente continúe pensando en la Nueva Jerusalén en esa forma, pues esas formas
mentales no tienen más vida que la que les prestan los pensamientos de la humanidad, y
cuando ésta se haya adelantado a esa fe, la ciudad creada por sus pensamientos dejará de
existir. Su apariencia cristalina es debida a la extraordinaria brillantez de la sustancia de
deseos con la que está formada. Los antiguos alquimistas llamaron al Mundo del Deseo
"astral" debido a eso.


PREGUNTA
Los cuerpos de deseos que abandonan los Egos en su progreso ¿los usan los elementales
después para engañar a sus parientes y amigos? ¿cómo puede evitarse o impedirse eso?


Respuesta: Cuando el espíritu pasa al más allá al morir, después de una estadía más o menos
larga en el Purgatorio, entra en el Primer Cielo, llevando aún el cuerpo de deseos que empleó
en su vida terrestre, pero cuando entra en el Segundo Cielo abandona ese cuerpo de deseos en
la misma forma que dejó los cuerpos vital y denso poco después de morir. Pero mientras que
el cuerpo denso se pudre y desintegra, quedándose inerte e inútil inmediatamente después que
el espíritu lo ha abandonado, sucede muy diferentemente con el cuerpo de deseos. El material
de que está compuesto este cuerpo está tan vitalizado por el Espíritu Universal que retiene la
capacidad de seguir moviéndose mucho tiempo después de que el espíritu lo haya abandonado.
Ese cascarón vacío es atraído entonces por magnetismo hacia aquellos con quienes estuvo
asociado en su vida terrestre y la memoria de esa vida pasada muy a menudo le permite
simular con éxito ser el pariente difunto. Este es particularmente el caso cuando un elemental
emplea el cascarón.
Esos cascarones vacíos animados por elementales explican satisfactoriamente la mayor parte
de los fenómenos que se producen en las reuniones espiritistas. Las travesuras de esos
elementales que echan agua en el cuello de los asistentes, tiran las sillas y las mesas y hacen
otras cosas parecidas, son muy buenos ejemplos de lo que pueden hacer esos cascarones
vacíos cuando algún elemental los aprovecha.
En cuanto a cómo evitar o impedir esto, es evidente que mientras que nuestros amigos o
parientes muertos posean sentido común aquí en la vida terrestre, nada podrían ganar con esas
tontas y chifladas comunicaciones, pues el espíritu que era en realidad nuestro amigo ha
pasado más allá, dejando el cascarón vacío. Por consiguiente, es necesario juzgar por sus
palabras, así como en este mundo juzgamos a los demás por lo que dicen.

 


PREGUNTA
Los elementales ¿pueden tomar formas de reptiles, de animales? ¿Qué puede hacerse para
impedirlo?


Respuesta: En este mundo material todas las formas son estables y no cambian fácilmente. El
Mundo del Deseo es completamente diferente en ese respecto. Todas las fábulas, tales como la
metamorfosis del ratón de Cinderella, etc, son allí cosas reales, porque las formas cambian a
voluntad de la vida que las anima con la rapidez de un relámpago, lo que confunde mucho al
que entra en ese mundo como neófito. El clarividente necesita, pues, educarse, para librarse así
de ser engañado por la forma, la que está siempre cambiando, pudiendo tomar cualquier
aspecto en un momento. Cuando somos capaces de ver la vida que las anima nada importa que
tome la forma que quiera, pues no podremos ser engañados. Como todos los demás del Mundo
del Deseo, los elementales tienen esa facultad de modificar su forma, y debido a ello muchos
clarividentes ineducados ven extrañas visiones. Nada puede hacerse para impedir a los
elementales que cambien de forma, pero podemos espantarlos y ahuyentarlos en la misma
forma que ahuyentamos a un gato que se entretenga en darnos una serenata en la ventana de
nuestra habitación.


PREGUNTA
¿Cómo puede evitarse la obsesión?


Respuesta: La obsesión es un estado en el que un espíritu desencarnado ha tomado posesión
permanente del cuerpo de alguien, después de haber expulsado a su dueño. Pero algunas veces
ciertas personas que se han habituado a la bebida exponen como excusa que están
obsesionadas. Cuando quiera que una persona dice semejante cosa, puede uno tener siempre la
seguridad de que eso no es más que una excusa, porque un ladrón que haya robado algo aquí
en el mundo material no va diciendo a todo el mundo que es un ladrón, ni una entidad
obsesante tampoco va a ir proclamando ese hecho. Es muy cierto que esas entidades no se
preocupan absolutamente de lo que se piense del hombre cuyo cuerpo han robado, pero no hay
razón alguna para que corra el riesgo de un exorcismo.
Hay un medio infalible para saber si una persona está realmente obsesada, por medio del
diagnóstico del ojo. "El ojo es la ventana del alma", y sólo su verdadero poseedor puede
contraer o expandir el iris o la pupila del ojo, de manera que si tomamos a una persona que
dice estar obsesada, o que cree que lo está, y la llevamos a un cuarto oscuro veremos que sus
pupilas no se ensanchan si está obsesada. Tampoco se contraerá la pupila si se la pone frente a
la luz solar, ni se ensanchará al pedirle que mire un objeto distante, ni se contraerá cuando se
le pida que lea un tipo diminuto. En una palabra, la pupila del ojo no responderá ni a la luz ni a
las distancias cuando la persona esté obsesada, pero hay también cierta enfermedad, que se
llama ataxia locomotriz, que hace que el iris no responda a la distancia, pero si a la luz.
Todo el que mantenga siempre una actitud mental positiva no puede ser nunca obsesado, pues
mientras afirmemos nuestra individualidad eso será suficientemente fuerte como para
mantener alejadas a todas esas entidades externas. Pero en las sesiones espiritistas, donde
todos los asistentes se encuentran en actitud pasiva, hay siempre gran peligro de ello. El mejor
medio de evitar la obsesión es mantener una actitud positiva, y cualquiera que no pueda
mantener esa actitud debe evitar la asistencia a reuniones espiritistas, el mirar en los cristales
especiales y otros métodos de evocar espíritus. De todas maneras éstas son malas prácticas,
porque los idos (muertos) tienen su obra que hacer en el más allá y nadie debería llamarlos
para que vinieran aquí.

 


PREGUNTA
Qué es la psicometría?


Respuesta: La ciencia nos dice que toda partícula de materia del Mundo Físico está inter
penetrada por el éter, de manera que los átomos químicos de cualquier sustancia, por densa
que ésta sea, no se tocan unos a otros, sino que cada átomo vibra en un campo lleno de éter.
Las vibraciones de ese éter, que emiten todos los objetos, llevan a nuestra retina las imágenes
de todas las cosas que nos rodean. Esas imágenes no se pierden. Las imágenes de todas las
cosas que hemos observado conscientemente existen todavía en el éter de nuestro cuerpo vital,
y de nuestra capacidad para evocarlas depende el que las recordemos o no.
En el éter que compenetra a cada objeto hay además una imagen de todo cuanto lo rodea. En
las paredes de nuestras habitaciones están inscriptas todas las escenas, todos los incidentes que
han tenido lugar en el cuarto, y aun cuando las pintemos o enyesemos será completamente
imposible sacar esas imágenes de allí si arrancamos un pedacito de argamasa de esa habitación
y se lo llevamos a una persona que haya cultivado la visión etérica, es posible que esa persona
vea el éter de ese trozo de argamasa y nos relate las escenas que ocurrieron en la habitación de
donde fue arrancado. Si le mostramos un pedazo de piedra de las pirámides de Egipto verá
esas pirámides tan bien como si las viera en una fotografía, porque el éter de los objetos es el
que imprime su imagen en la placa fotográfica, y la única diferencia entre esa impresión y la
impresión que recibimos en la retina es que podemos fijar aquélla en la placa y mirarla
nuevamente en cualquier momento, mientras que no nos es dable visualizar tan claramente las
escenas de nuestro pasado en las circunstancias ordinarias. Pero el psicómetra que puede ver el
éter tiene una galería magnífica a su disposición.


PREGUNTA
¿Es cierto que en las sesiones espiritistas manos invisibles transportan a las personas de un
lugar a otro, que vienen flores a través de las ventanas y puertas cerradas? ¿Cómo puede
hacerse eso?


Respuesta: Sí, esos fenómenos son perfectamente ciertos y se han producido en ciertos lugares
bajo circunstancias tales que todo fraude era imposible. En cuanto a los movimientos de
objetos, eso lo pueden realizar los espíritus, a cuyo cargo está la sesión de varias maneras.
Pueden materializarse manos que son visibles o invisibles, y éstas pueden levantar objetos o
personas y llevarlas de un lugar a otro, o además los objetos pueden elevarse mediante una
suspensión momentánea de las leyes de la gravedad, por lo menos en lo que al objeto concierne.
En cuanto al pasaje de flores al través de un muro, ventanas cerradas o cualquier otro
objeto material, debemos recordar que esos objetos no son realmente tan sólidos como
creemos generalmente. La ciencia reconoce el hecho de que ni dos átomos de cualquier sustancia
se tocan uno a otro, pues cada átomo está sumergido y vibra en diverso grado de
intensidad en un mar de éter, el que compenetra toda materia. Es un hecho bien conocido que
todas las sustancias pueden ser reducidas a gases. Comprendiendo esto, llegaremos fácilmente
a concebir que así como esas sustancias se reducen a estados gaseosos, pudiéndolas volver de
nuevo a su estado primitivo con bastante facilidad, así también una flor puede ser fácilmente
convertida en éter, haciéndola pasar a través de los átomos de un muro, y después resuelta
nuevamente en flor. Y esto es lo que ocurre realmente.
Pero el preguntante podría decir: "Sí, está bien; pero si toma usted un dólar de plata, lo funde
en una retorta y lo convierte en gas, ya no tomará la forma de un dólar de plata cuando vuelva
nuevamente al estado metálico, sino que será simplemente un lingote de metal". Esto es así
cuando la operación la realiza el hombre ordinario, el que es incapaz de separar el material
denso de su contraparte etérica durante el proceso de la fusión, pero las entidades espirituales
que realizan los fenómenos que nos ocupan pueden separar la parte etérica de la flor del
material denso. Y esta parte etérica es la que retiene su forma y constituye la matriz o molde
que da forma al material de la flor cuando entra en el cuarto después de haber pasado a través
del muro.

 


PREGUNTA
¿Cuál es el uso de la plancheta? ¿Es aconsejable tratar de producir ese fenómeno entre
aficionados?


Respuesta: La plancheta es una pequeña mesita colocada sobre ruedas, que tiene un lápiz en
posición vertical, así que cuando la mano de un médium se coloca sobre la mesita y la mueven
los espíritus el lápiz escribirá un mensaje en una hoja de papel. Como cualquier otro fenómeno
espiritista la escritura obtenida en esa forma la produce un espíritu desencarnado por
intermedio de un médium negativo.
Cuando una entidad ha abandonado su vida terrestre y entra en el invisible más allá, le espera
una evolución de diferente naturaleza que la nuestra, en el Purgatorio y en los diversos cielos.
El tratar de comunicarse con nosotros aquí significa para ella una retrogresión en las
circunstancias ordinarias. Por consiguiente, todos los fenómenos espiritistas, que ponen a los
espíritus desencarnados en contacto con el Mundo Físico deben ser desechados por perjudicar
a dichos espíritus. Los espíritus comunicantes son también peligrosos para los asistentes negativos
de un circulo, quienes abandonan sus poderes volitivos y sus cuerpos hasta cierto punto.
Por supuesto, al escribir con la plancheta todo el cuerpo puede no estar en trance, aunque
algunas veces sí lo está; pero por lo menos hay que abandonar un brazo al dominio del espíritu
desencarnado a quien los asistentes no ven, el cual puede o no ser lo que pretende ser. Si un
vagabundo llama a nuestra puerta y trata de persuadirnos de que abandonemos nuestra casa y
le permitamos tomar posesión de ella durante un rato rehusaríamos indignados, pero cuando
un vagabundo del Mundo del Deseo nos pide que le demos posesión del más valioso de
nuestros instrumentos, nuestro cuerpo, muchos acceden enseguida, halagados con la idea de
que un "ángel querido" nos viene a visitar. Pero ángeles y filántropos no crecen como las coles
en el Mundo del Deseo, así como tampoco aquí. Nunca se convencerán bastante de que en la
muerte no hay poder transformador alguno; que un indio ignorante no se convierte
súbitamente en sabio por el solo hecho de haber muerto. Así como es necesario estudiar para
adquirir conocimientos en este mundo, así también los espíritus idos tienen que aplicarse si
desean conocer las condiciones de ese mundo, y hasta que no tengan la requerida suma de
experiencia no están preparados para guiarnos allí, así como tampoco lo están aquí. Lo más
seguro es desechar los fenómenos negativos, concentrando todas nuestras energías en vivir la
vida y ejecutar los ejercicios que nos den la facultad de entrar en el mundo a voluntad, bien
sea viajando en nuestros vehículos sutiles o bien observando clarividentemente dicho mundo
mientras permanecemos dentro del cuerpo denso. Eso es progreso, cuando tengamos esa
capacidad podremos ver a las entidades desencarnadas frente a frente y juzgar por nosotros
mismos si debemos o no escuchar sus consejos. Mientras no podamos hacer eso estamos en
peligro y, por consiguiente, es necesario que nos resguardemos.


PREGUNTA
Un vampiro ¿ es lo mismo que un licántropo?


Respuesta: No, un vampiro es una persona que absorbe la vitalidad de otra, mientras que lo
que se llamaba licántropo en la edad media no era más que el cuerpo vital de unos magos
negros de orden inferior. Estos daban esa forma a su cuerpo vital, cubriéndolo parcialmente
con materia densa para hacer algún daño a otras personas. Las antiguas leyendas dicen que de
nada servía el golpearlos, porque los golpes no los herían. Pero si se les daba una cuchillada o
se les hería con algún otro instrumento afilado, dicen que comenzaba a vomitar la sangre de
sus víctimas, huyendo a su casa, donde el mago negro, que se había manifestado como lobo, se
encontraba con su cuerpo denso herido precisamente en el mismo sitio en que el lobo fue
herido. Esto es debido a una curiosa circunstancia que los ocultistas conocen bajo el nombre
de repercusión, y el mismo fenómeno puede verse cuando los espíritus se materializan en una
sesión. El éter en el que esos espíritus se materializan ha sido sacado del cuerpo del médium, y
si se corta un trozo de vestido del espíritu se verá después que el mismo trozo falta en la ropa
del médium, al terminar la sesión. Los investigadores escépticos que ignoran la ley de la
repercusión se han valido de esto para acusar a los médium de fraude, cuando en realidad eran
perfectamente honestos, si bien incapaces de explicar ese fenómeno.

 


PREGUNTA
¿Cuál es la diferencia entre un médium de trance, un médium materializador, el clarividente
educado y la persona ordinaria?


Respuesta: Hablando en términos generales, puede decirse que la humanidad actual está
dividida en dos clases: los que tienen la conexión entre el cuerpo vital y el denso muy fuerte y
los que la tienen muy débil. La primera clase la forman las personas ordinarias, que están
preocupadas en sus empresas materiales y no tienen contacto alguno con los mundos
espirituales. La última clase la forman los llamados sensitivos, clase que a su vez puede
dividirse en otras dos. Una de ellas es Cuando la voluntad actúa interiormente, y, por lo tanto,
son personas positivas. A esta clase pertenecen los clarividentes educados y los Auxiliares
Invisibles. La otra clase es negativa y es dirigida por la voluntad de los demás. A esta clase
pertenecen los médium.
Cuando la conexión entre el cuerpo vital y el denso de un hombre es un tanto débil será
sensible a las vibraciones espirituales, y si es positivo podrá por su propia voluntad desarrollar
sus facultades espirituales, vivir una vida espiritual y recibir a su debido tiempo las enseñanzas
necesarias para convertirse en un clarividente educado, dueño de su facultad en cualquier
momento, libre de ejercitarla o no, como quiera.
Si una persona tiene dicha conexión del cuerpo vital con el denso débil y es de temperamento
negativo, puede ser presa de los espíritus desencarnados, como un médium.
Cuando la conexión entre el cuerpo vital y el denso es muy débil, de manera que puedan
separarse, y si el hombre es positivo, puede convertirse en un Auxiliar Invisible, capaz de
retirar los dos éteres superiores de su cuerpo denso a voluntad, y emplearlos como vehículos
de percepción y memoria. Entonces puede funcionar conscientemente en el Mundo Espiritual
y conservar el recuerdo de todo lo que haya hecho allí; así que, por ejemplo cuando deja su
cuerpo por la noche se lleva consigo la vida al mundo invisible de una manera consciente por
completo, con tanta conciencia como la que nosotros tenemos en este mundo durante el día,
mientras estamos despiertos.
Cuando una persona tiene una conexión débil entre el cuerpo vital y el denso y es de
temperamento negativo, los espíritus que andan errabundos y que desean manifestarse aquí,
pueden extraer su cuerpo vital del bazo y emplear temporalmente el éter del que está
compuesto para materializar formas espiritas, devolviendo el éter al médium cuando la sesión
ha terminado.

 


PREGUNTA Si la mediumnidad es tan peligrosa, ¿por qué

los médium no se resisten e impiden que se los
domine?


Respuesta: En primer lugar, la gran mayoría de los médium no comprenden que en ello haya
peligro. Especialmente no tienen la menor idea del terrible peligro que los espera al morir.
Entonces el espíritu dominador de aquél puede apropiarse el cuerpo de deseos del médium. Si
éste tratara de contrarrestar e impedir la influencia de su espíritu dominador vería que esa
entidad tiene en el un punto de adherencia fortísimo que es muy difícil de romper, y entonces
debería comprender naturalmente que cuando muera y vaya al mismo mundo donde reside ese
espíritu el peligro será aún mayor.
El autor conoce ciertos casos en los que los médium trataron de escapar a la tiranía del espíritu
dominador, pero no pudieron romper el fuerte punto de adherencia que aquél tenía. Estaban
desamparados. Algunos médium han venido a pedir ayuda al autor, diciéndole que se veían
irresistiblemente obligados por sus espíritus a cometer asesinatos y hasta suicidarse; en vano
habían rogado a sus espíritus control que los dejaran; éstos no hacían caso. Se conocen casos
en los que dichos espíritus han obligado a sus víctimas a levantarse contra su voluntad a media
noche y escuchar sus importunidades. Casi nunca se oye hablar de que hayan demostrado
alguna vez compasión. Aunque el autor conoce muchos casos de médium que se enfermaron
gracias a ese trato, sólo sabe de uno en que la enfermedad del médium decidió a los espíritus a
dejarlo en libertad durante unos cuantos meses, hasta que se restableció.
Puede verse, pues, que una vez que se entra en la mediumnidad ya casi no se puede elegir; los
médium pierden el poder de expulsar a los espíritus dominadores. Mientras el médium cumpla
con la voluntad de sus obsesores y sea dócil, no sentirá quizás ese hecho; pero apenas traten de
libertarse verán el gran poder que el espíritu tiene sobre ellos y la dureza con que los trata.

 
 

 
 
 
 
 
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