Ver a Dios... Señor, si pudiera ver tu rostro! Padre, quiero verte! Ver a Dios... anhelo contínuo en el hombre. Pero... es que acaso ahora no lo vemos? Hay algo de Dios en cada una de las horas del día, y más aún... en cada uno de los minutos de esas horas, hay algo de Dios. En cada rostro... y hasta en el propio reflejado en el espejo, hay algo de Dios. Las calles están llenas de Dios, cada rostro es carta que lleva su firma... Por doquier está la firma de Dios... en ti, en mí, en todos... Ver a Dios... míralo en ti, también en tu prójimo.
Mitzi |