EL GUARDIAN DEL UMBRAL ESPÍRITUS ERRABUNDOS.(I)
Mientras que estamos leyendo y tratando de "cómo se teje y desteje" el "Velo del Destino" es conveniente que dediquemos algún espacio a ese misterioso "Guardián del Umbral" que es tan poco conocido y generalmente mal concebido.
Nuestras investigaciones personales de las vidas anteriores de un grupo de personas que han solicitado de nuestra Fraternidad auxilio para la curación de lo que se viene llamando obsesión, nos han probado que sus molestias son debidas a una fase de lo que ha sido llamado equivocadamente por algunos investigadores anteriores "el Guardián del Umbral".
Cuando estos casos se examinan simplemente con la facultad de la videncia espiritual o por la lectura de los registros etéricos, puede caerse fácilmente en error semejante, o sea en confundir tal aparición con el verídico Guardián del Umbral. Pero tan pronto como ascendemos y analizamos estos casos en los registros imperecederos que se conservan en la Región de las Fuerzas Arquetípicas, el asunto se aclara inmediatamente y los hechos concluidos en estas investigaciones pueden ser resumidos como sigue.
En el momento de la muerte cuando el átomo simiente del corazón, que contiene todas las experiencias de la vida que acaba de terminar en imágenes panorámicas se rompe, el espíritu abandona su cuerpo físico llevándose los vehículos más sutiles. Entonces flota sobre su cuerpo denso que ahora está muerto, según decimos nosotros durante un tiempo variable que oscila entre varias horas hasta tres días y medio. El factor determinante para esto es la fortaleza del cuerpo vital, el vehículo que constituye el cuerpo del alma del que se habla en la Biblia.
Entonces se desarrolla una reproducción pictórica de la vida, una visión panorámica en orden inverso, de la muerte al nacimiento, y las imágenes grabadas se imprimen sobre el cuerpo de deseos a través del medio del éter reflector de este cuerpo vital. Durante todo este tiempo la conciencia del espíritu se concentra en el cuerpo vital, o por lo menos así debiera ser, y por supuesto, no sentimos sensación de este proceso. La imagen que se ha impreso sobre el vehículo del sentimiento y de la emoción, el cuerpo del deseo, es la base del sufrimiento consecuente en la vida del Purgatorio por nuestras acciones malas, y de la alegría en el Primer Cielo en virtud del bien hecho en la vida pasada.
Estos fueron los puntos principales que el autor ha podido observar personalmente acerca de la muerte, en la época en que primeramente se le dieron a conocer las enseñanzas y cuando fue llevado, con ayuda del Maestro, a presenciar las reproducciones panorámicas de la vida cuando las personas observadas estaban pasando por la puerta de la muerte, pero las investigaciones de los últimos años le han revelado el hecho adicional de que hay otro proceso en acción en esos días tan
importantes que siguen a la muerte. Una división se produce en el cuerpo vital semejante a la del proceso de la iniciación. Todo cuanto de este vehículo pueda ser propiamente calificado de "alma" se une a los vehículos superiores y forma la base de la conciencia en los mundos invisibles después de la muerte. La parte inferior, que ha sido desechada, vuelve al cuerpo físico y flota sobre la tumba en la mayoría de los casos, como ya se ha dicho en el Concepto Rosacruz del Cosmos. Esta separación del cuerpo vital no es lo mismo en todas las personas, sino que depende de la naturaleza de la vida vivida y el carácter de la persona que está pasando al más allá.
En casos extremos esta división varía muchísimo de lo normal. Este punto tan importante nos hizo pensar en muchos casos de supuesta obsesión de espíritus que han sido investigados por el Centro General y en efecto, fueron estos casos los que desenvolvieron los descubrimientos pasmosos y de un alcance tan extraordinario efectuados en nuestras investigaciones más recientes, respecto a la naturaleza de las obsesiones de las cuales sufrían las personas que acudían a nosotros en busca de remedio. Como puede comprenderse fácilmente la división en tales casos indicó una preponderancia del mal y entonces se efectuaron los esfuerzos necesarios para hallar si había alguna otra clase de personas con otras clases de divisiones o separaciones en las que se manifestase una preponderancia del bien. Es una alegría el dejar sentado que así fue en efecto, y después de analizar los casos descubiertos y balanceando uno con otro, puede decirse que el resumen siguiente expresa la realidad exacta de las condiciones observadas y sus razones.
El cuerpo vital anhela construir el físico, a la ve
z que nuestros deseos y emociones contrarían su acción. Es la lucha entre el cuerpo vital y el de deseos lo que produce la conciencia en el mundo físico y lo que endurece los tejidos, y de este modo el flexible cuerpo del niño se hace más y más rígido, y lo lleva a la decrepitud, preliminar de la muerte. La moralidad o inmoralidad de nuestros deseos y emociones actúan en manera semejante sobre el cuerpo vital. Cuando la devoción hacia ideales elevados es el móvil de la acción, cuando la naturaleza devocional ha podido manifestarse libre y frecuentemente y sobre todo cuando todo esto ha sido acompañado de los ejercicios científicos indicados a los probacionistas de la Fraternidad Rosacruz, disminuye gradualmente la cantidad de los éteres químicos y de vida, a medida que los apetitos animales se esfuman y en su lugar se manifiesta un aumento progresivo de los éteres superiores, el de luz y el reflector. Como consecuencia de ello la salud física no es tan robusta entre aquellos que persiguen el sendero superior, como entre los que, cuya satisfacción de las pasiones inferiores, atraen los éteres más groseros, el químico y el de vida, con exclusión total de aquéllos en proporción a la extensión y naturaleza de sus vicios.
Siguen a este acto algunas consecuencias muy importantes relacionadas con la muerte. Como quiera que es el éter químico el que amasa a las moléculas del cuerpo para que permanezcan en su respectivo lugar y las conserva en él durante la vida, cuando solamente hay presente un mínimum de este material, la desintegración del vehículo físico después de la muerte debe ser muy rápida.
El autor no ha tenido ocasión de comprobar esto porque es muy difícil el encontrar hombres de cualidades espirituales muy elevadas que hayan fallecido
recientemente, pero parece que debe ser así por el hecho registrado en la Biblia de que el cuerpo de Cristo no fue hallado en la tumba cuando la gente fue a buscarlo.
Como ya tenemos dicho en relación con este asunto, Cristo espiritualizó el cuerpo de Jesús tan altamente, lo hizo tan vibrante que fue casi imposible el poder conservar las partículas en su lugar durante los años de su ministerio. Esto ya era conocido por el autor, por las enseñanzas de los Hermanos Mayores y por la investigación hecha por él mismo en la "Memoria de la Naturaleza", pero el poder referirse a este asunto al tratar el tema general sobre la muerte y la existencia post-morten no le fue concedido hasta hace poco.
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