EL ALMA NO ESTA DONDE HABITA...
SINO DONDE AMA....
"Mi fortaleza vale por la de diez, porque mi corazón es puro."
Si la motivación que hay en nuestro corazón es pura, la energía que fluye a través de este , irá dirigida a bendecir y estimular.
Si de lo contrario, la energía que emite nuestro corazón, es impura- si esta contaminada del egoísmo, odio o antipatía- ello puede repercutir en todos NUESTRO CUERPO. Por eso es importante, empezar nuestras meditaciones y ejercicios espirituales, limpiando y equilibrando el corazón.
El Amor verdadero no es sentimental o pasivo. Es fuerte y suave a la vez. Y, como lo definen los místicos, eminentemente práctico.
El místico y santo, Juan de la Cruz, afirmó que la meta final de la vida, que es nuestra unión final con Dios, sólo puede lograrse por medio de esta llama de Amor viva, puesto que el centro del corazón y sus fuegos de amor, son tan importantes para nuestra vitalidad física, emocional y espiritual, las iniciaciones y lecciones relacionadas con el corazón, son quizás algunas de las mas profundas con las que nos encontraremos.
Reconozco el poder de la suavidad.
Tanto los adeptos orientales, como los occidentales, señalan que el mayor poder en el universo es la suavidad. Lao Tsé utilizó la analogía del agua: "no hay nada mas suave y débil que el aguay sin embargo no hay nada mejor para atacar cosas duras y fuertes". Cuando el agua se desliza entre los dedos, no parece "firme", no obstante, puede desgastar la roca y descubrir sendas atravezando y rodeando gigantescos obstáculos. El poder de la suavidad, hace lo mismo.
La suavidad, es un modo receptivo por medio del cual las acciones y reacciones humanas, enérgicas y antinaturales, ceden ante el movimiento natural del corazón. La suavidad es una actitud de dar y nutrir que no siente la ofensa, es lo contrario a la rigidez o la resistencia. Las cosas quebradizas, (susceptibles), se rompen, pero la suavidad es flexible, pero firme.
Un sabio intérprete apuntó: "bendito son los flexibles, porque no serán doblegados".
Este es el principio que rige las artes marciales, com el Tai Chi Chuan. Se basan en cultivar las energías internas y desarrollar la suavidad que triunfará sobre el uso de la fuerza muscular externa.
En nuestras interacciones personales, la suavidad es una manera amable de encarar una situación sin degradar a la persona (o a tí mismo); por el contrario, le muestras de corazón que lo haces por su beneficio.
Cuanto mas nos concentremos en el corazón y en sus cualidades divinas, durante la vida en general, y al realizar los ejercicios espirituales, mas poderoso y sensible se tornará. Saint Germain nos brinda la oración Yo Soy la Luz del Corazón, que alaba la Chispa Divina que tenemos en Él y nos ayuda a estar mas centrado en dicho órgano.
"Yo Soy la Luz del Corazón,
brillando en las tinieblas del ser,
y transormándolo todo, en el dorado tesoro,
de la Mente de Cristo.
Yo Soy quien proyecta mi Amor,
hacia el mundo exterior,
para derribar toda barrera,
y borrar todo error.
Yo Soy el poder del Amor infinito,
amplíficándose así mismo,
hasta ser victorioso,
por los siglos de los siglos. "
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