El Amor es Dios…..
La Fuerza Universal Amor es la Presencia de la Divinidad.
A quien puede ver con claridad esa hermosa verdad le sucede un maravilloso milagro: Dios se le hace perceptible, real; ¡Dios se le presenta! ¡Puede sentirlo palpitando en sí mismo!
Además, recibe el don de poder entender cosas que para otros son grandes misterios, ¡y se vuelve sabio!
¡Y deja de vivir aterrorizado debido a su oscura idea anterior acerca de Dios!
Todas esas maravillas gracias a algo tan sencillo, gracias a comprender una sola cosa:
El Amor es Dios.
Cuando nos damos cuenta de que eso es real y totalmente así, a partir de ese momento, Dios se nos vuelve perceptible, real.
Todos sabemos que el Amor existe, que el Amor es una fuerza que todos podemos experimentar y que todos hemos experimentado alguna vez, una fuerza que nos ha hecho felices o que nos ha provocado dolor, pero una fuerza de existencia innegable, palpable, independientemente de que haya o no haya fe.
El Amor es concreto, aunque de naturaleza misteriosa; nadie puede dudar de su existencia, como sí se puede dudar de la existencia de Dios.
El Amor es un asunto de efectos beneficiosos, comprobables por la ciencia a nivel de psiquiatría y psicología; el Amor un asunto cuya falta acarrea destrucción, enfermedad y muerte a todo nivel, y de esto ya nadie duda, como si se puede dudar de la existencia e incluso de las intenciones de Dios.
Pero cuando tenemos la gracia de poder ver claramente que el Amor es Dios, no como una metáfora ni como una simbología sino como un hecho concreto y real, a partir de ese momento, cada vez que experimentamos Amor, comprendemos que estamos experimentando la Presencia de Dios en nosotros mismos, y no podemos sino sentirnos felices y agradecidos, porque el Amor es una energía grata y maravillosa, la más grata que existe.
Es ahí cuando Dios deja de ser un asunto de fe y se nos vuelve concreto y real.
Y dejamos de depender de creencias y divinidades externas a nosotros mismos, porque el Amor, Dios Amor, lo tenemos con nosotros en todo momento, y no necesitamos nada más.
Y así Dios deja de ser un tirano para nosotros y se nos convierte en el Padre-Madre amante que siempre fue y que siempre será, aquel que por Amor nos creó y nos permite disfrutar de tantas cosas lindas cada día, todos los días.
Y nos volvemos agradecidos.
Y nos volvemos sabios, porque entendemos la naturaleza última y el sentido de todas las cosas, y la dirección que debe seguir nuestra vida, y nuestra relación con los demás, con el Amor mismo.
Y nos damos cuenta de cuál es la única medicina que el mundo necesita para transformarse en un lugar feliz.
Y nos ponemos a trabajar en ello, en nosotros en primer lugar, para luego ayudar a derramarlo en el mundo, o seremos incoherentes e inconsecuentes con la propia sabiduría y Mandamientos del Amor.
¿Por qué no nos dimos cuenta antes de que el Amor es Dios?
Porque andábamos con la mente ocupada en mil otras cosas, pero ahora ya lo sabemos verdad?
bendiciones para todos
Flor Miriam