Acá por estos lares en que me encuentro es Día del Padre. Bueno... así es la materia, necesita calendarios... sujeta, siempre sujeta. Y como yo también estoy en ella, pues recuerdo hoy al mío, más él sabe que lo amo todos los días. Perdona mi nostalgia, pero con ella lo recuerdo...
Los zapatos de mi viejo tienen sabor a nostalgia, al barro y la llluvia de un invierno atrapados en el tiempo. Los zapatos de mi viejo saben al reloj de cuerda con hebilla de cuero, a esos del pasado... Saben a cantina de una esquina, a la cambucha de diario que encumbramos una primavera a mediodia. Saben a las noticias de la radio, a esas de la mañana que daban en la radio cooperativa. Saben a huellas que se fueron... huellas que alguien quiso borrarlas con un dedo. Quizas saben a una sonrisa, quizas a un enojo con una mirada, a un "no lo digas", a un "no lo hagas".
Entre recuerdos, nostalgias, amores y promesas apagadas en silencio, los zapatos de mi viejo tienen sabor a melancolía; a la distancia del tiempo que se quedó junto a él dormido. Los zapatos de mi viejo están gastados por el tiempo. Digamos que ya no parecen zapatos... estan tan rotos y tan cansados que ya nadie los quiere... Ya nadie ni siquiera los recuerda, pero a pesar de todo, yo los quiero porque fueron los zapatos y compañeros que trazaron las huellas de mi viejo... Los zapatos de mi viejo... sin darme cuenta todo este tiempo los he llevado conmigo porque... los tengo siempre puestos... (Alejandro Fernández)
Y continúo recordando a mi amado padre: Don Federico
Es un buen tipo mi viejo, que anda solo y esperando. Tiene la tristeza larga de tanto venir andando... Yo lo miro desde lejos... pero somos tan distintos, es que él creció con el siglo, con tranvía y vino tinto. Viejo, mi querido viejo...! Ahora ya caminas lento, como perdonando el viento. Yo soy tu sangre... mi viejo! Soy tu silencio y tu tiempo! El tiene los ojos buenos y una figura pesada, la edad se le vino encima sin carnaval ni comparsa... Yo tengo los años nuevos... el hombre los años viejos... el dolor lo lleva dentro... Viejo, mi querido viejo...! (Danny Rivera)
En mi tierra llamamos "viejo" al padre, mas no en menosprecio, es respeto, admiración y cariño. El mio fue perfume en envase pequeño... exquisito. A ti que me lees mis respetos si tu experiencia no fue como la mía; puedo entender tu dolor. Te doy un poco del mio, él era todo amor.
Mitzi