Si un hombre desea ardientemente su independencia y la libertad, debe recordar que todos los demás hombres anhelan la misma independencia.
El Libro de Urantia, Pág. 1490
¡Es tan fácil el pensar en el bien personal y olvidar el bien común! y no sólo con respecto a la libertad sino que a todo orden de cosas, con razón Jesús nos dice: "cualquiera que sea lo que queréis que los hombres os hagan, hacedlo también vosotros por ellos" 1931
Si los que nos decimos hijos de Dios y creyentes, tuviésemos presente este consejo y más que un consejo fuese para nosotros una ley nacida del amor ¡qué diferente sería el mundo! nadie sería capaz de enriquecerse a costa de los pobres, ni tampoco nadie pensaría en crecer cortando las cabezas de quienes lo rodean.
El egoísmo y la falta de empatía, es lo que provoca las diferencias sociales y monetarias, porque "la mente de mayor esclarecimiento debe ser paciente y tolerante con los intelectos menos dotados. Los fuertes no deben mirar con desprecio a los débiles"999
Pero esta libertad, también la debemos tener presentes con respecto a la parte religiosa y espiritual, no debemos imponer nuestras creencias por buenas que ellas nos parezcan, debemos aprender que "las almas pueden ser conducidas mejor a amar al Dios invisible, si primero se les enseña a sus hermanos a quienes si pueden ver" 1727 y esto es mejor decirlo con el ejemplo, que con las pláticas sobre la hermandad.
Respetar el libre albedrío de los demás y el ser generosos con ellos, nos resultaría mucho más fácil si recordáramos que "todo lo que hacemos por el más pequeño de nuestros hermanos, se lo hacemos a Jesús" 1727 que es nuestro hermano mayor que nos ama.
yolanda silva solano