Me sumerjo. Llego a mi interior y encuentro un niño agraviado. Deseo encontrar para él un padre, una madre que le reconozca vulnerable... lo tranquilice y lo proteja. Me doy cuenta que ese padre, esa madre soy yo misma... Entonces, me acerco a mi niño para reintegrarlo a mi...
-----Soy hermoso, inocente, puro amor; tengo talento, soy creativo; quiero amar y recibir amor... cuídame, acércate...
-----Cuidaré de ti, te daré expresión; estás a salvo, nadie te hará daño; da amor y recibirás amor... me acerco a tí, te abrazo...
Y así, la separación entre mi niño y yo se acabó, despertamos juntos... y aquello que todavía duele... ya no duele tanto!
Que no pase el día sin que arrulles al niño que hay en ti...
Mitzi