Tomar un respiro
Juega un rol preponderante en aquello que haces, pero dedica también algo de tiempo a otras cosas. Acostúmbrate a tomarte un respiro. Descansa un poco.
Sin escuchar otra cosa que el silencio. Relájate, dándole prioridad a la tranquilidad. Recarga tu espíritu y re-enfoca tu mente en dirección a las cosas
que consideras realmente importantes.
Lo que consigues en el exterior proviene de la fortaleza que tienes en tu interior. Haz que esa fortaleza se mantenga saludable, en crecimiento y bien orientada.
El poder que tienes en tus manos, de crear y lograr cosas, puede funcionar en tu contra o a tu favor. El rumbo que le des, nacido de la fuerza de tu espíritu, marcará la diferencia.
Nutre la esencia de tu ser a partir de un tiempo, y de pensamientos, resguardados del clamor de un entorno complicado y una vida ajetreada.