Jesús comprendía realmente a los hombres; por eso podía manifestar una simpatía verdadera y mostrar una compasión sincera. Pero rara vez se permitía la lástima.
El Libro de Urantia
La compasón de Jesús por las miserias, los dolores y las carencias del ser humano, nos parece totalmente lógica porque sabemos de su inmenso amor hacia nosotros, pero ¿por qué la cita nos dice que no sentía lástima?
Porque entre compasión y lástima hay todo un abismo de sentimientos y de actitudes,es mucho más fácil el sentir lástima que compasión, porque cuando sentimos compasión, podemos ponernos en los zapatos de la otra persona y experimentar lo que siente, podemos empatizar con ellos, comprenderlos y por lo mismo, estos sentimientos nos llevan a la acción, al deseo sincero de hacer algo por aliviar ese dolor. La compasión nace de nuestro espíritu y nos motiva a dar lo mejor de nosotros para aliviar al que sufre.
En cambio la lástima, es simplemente una emoción momentánea, nace y muere mientras dura el impacto de la emoción, es pasiva, no busca soluciones y en forma inconsciente descalifica y rebaja a quien provoca la lástima, lo hace sentir inferior y el ser humano lo percibe, es conocida la frase "no quiero que me tengan lástima"
La compasión de Jesús y la que debiéramos tener nosotros es esa preocupación por comprender y por ayudar a solucionar los problemas de los otros como un verdadero gesto de empatía y de amor, porque sin duda que "conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es una de las experiencias supremas de la vida"1733
" Aprender a amarlos" sí porque el amar es una ciencia que debemos aprender porque nuestra naturaleza humana tiende más bien al egoísmo que a la generosidad, el amar requiere de olvidar el ego, el yo personalista para pensar en el nosotros y aun mejor olvidarnos de nosotros para pensar en los demás...y eso sólo lo podemos hacer cuando estamos unidos al Espíritu que en nosotros mora e ilumina nuestra vida, si nosotros le entregamos nuestra voluntad para que nos guíe.
yolanda silva solano