Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL VISLUMBRAR DE LA ERA DE ACUARIO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 NAVIDAD 2.016 
  
 ¿QUE ES LA VERDAD? 
  
 EL EMBLEMA ROSACRUZ & The Rosicrucian Emblem 
  
  
  
 HERMANOS MAYORES 
 THE BROTHERS OF THE ROSE CROSS 
 The Rosicrucian Fellowsihip (CURSOS) 
 MAX HEINDEL 
 NORMAS DEL VISLUMBRAR 
  
 AUGUSTA F. DE HEINDEL 
 CORINNE HELINE 
 ADMINISTRACION 
  
  
  
 BIBLIOTECA ROSACUZ 
 MANLY P. HALL 
  
 PREG Y RESP. R.C. 
 FOLLETOS ROSACRUZ 
 LINKS ROSACRUCES 
  
 ROBERTO RUGGIERO 
  
 FRANCISCO NÁCHER 
 ALEXANDRA B. PORTER , 
 JOSÉ MEJIA .R 
 MARTA BRIGIDA DANEY 
 LIBRO DE URANTIA 
 SALUD Y CURACION 
 CUENTOS PARA NIÑOS 
 EL SITIO DE ACSIVAMA 
  
 NOTAS AL INTERIOR 
 LA BELLEZA DE LA VIDA 
 TUS REFLEXIONES 
 BIBLIOTECA 
 PPS ESOTERICOS 
 MUSICA 
 GRUPOS Y AMIGOS 
  
  
 Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. 
 LA MORADA DE JESÚS 
  
 
 
  Herramientas
 
NOTAS AL INTERIOR: Disparar gratuitamente
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: moriajoan  (Mensaje original) Enviado: 03/09/2009 14:09

 

Disparar gratuitamente

Hay dos tipos de deseos o de dependencias: el deseo de cuyo cumplimiento depende mi felicidad y

el deseo de cuyo cumplimiento no depende mi felicidad.

El primero es una esclavitud, una cárcel, pues hago depender de su cumplimiento, o no, mi

felicidad o mi sufrimiento. El segundo deja abierta otra alternativa: si se cumple me alegro y, si no, busco

otras compensaciones. Este deseo te deja más o menos satisfecho, pero no te lo juegas todo a una carta.

Pero existe una tercera opción, hay otra manera de vivir los deseos: como estímulos para la

sorpresa, como un juego en el que lo que más importa no es ganar o perder, sino jugar.

Hay un proverbio oriental que dice: "Cuando el arquero dispara gratuitamente, tiene con él toda su

habilidad." Cuando dispara esperando ganar una hebilla de bronce, ya está algo nervioso. Cuando dispara

para ganar una medalla de oro, se vuelve loco pensando en el premio y pierde la mitad de su habilidad,

pues ya no ve un blanco, sino dos. Su habilidad no ha cambiado pero el premio lo divide, pues el deseo de

ganar le quita la alegría y el disfrute de disparar. Quedan apegadas allí, en su habilidad, las energías que

necesitaría libres para disparar. El deseo del triunfo y el resultado para conseguir el premio se han

convertido en enemigos que le roban la visión, la armonía y el goce.

El deseo marca siempre una dependencia. Todos dependemos, en cierto sentido, de alguien (el

panadero, el lechero, el agricultor, etc., que son necesarios para nuestra organización). Pero depender de

otra persona para tu propia felicidad es, además de nefasto para ti, un peligro, pues estás afirmando algo

contrario a la vida y a la realidad.

Por tanto, el tener una dependencia de otra persona para estar alegre o triste es ir contra la

corriente de la realidad, pues la felicidad y la alegría no pueden venirme de fuera, ya que están dentro de

mí. Sólo yo puedo actualizar las potencias de amor y felicidad que están dentro de mí y sólo lo que yo consiga

expresar, desde esa realidad mía, me puede hacer feliz, pues lo que me venga desde afuera podrá

estimularme más o menos, pero es incapaz de darme ni una pizca de felicidad.

Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo, y es mi melodía la que me hace feliz; y

cuando mi amigo se va me quedo lleno con su música, y no se agotan las melodías, pues con cada persona

suena otra melodía distinta que también me hace feliz y enriquece mi armonía. Puedo tener una melodía o

más, que me agraden en particular, pero no me agarro a ellas, sino que me agradan cuando están conmigo

y cuando no están, pues no tengo la enfermedad de la nostalgia, sino que estoy tan feliz que no añoro

nada. La verdad es que yo no puedo echarte de menos porque estoy lleno de ti. Si te echase de menos sería

reconocer que al marcharte te quedaste fuera. ¡Pobre de mí, si cada vez que una persona amada se va, mi

orquesta deja de sonar!

Cuando te quiero, te quiero independiente de mí, y no enamorado de mí, sino enamorado de la

vida. No se puede caminar cuando se lleva a alguien agarrado. Se dice que tenemos necesidades

emocionales: ser querido, apreciado, pertenecer a otro, que se nos desee. No es verdad. Esto, cuando se

siente esa necesidad, es una enfermedad que viene de la inseguridad afectiva.

Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansía, el amor

recibido, están basados en premisas falsas. Necesidades emocionales para conseguir la felicidad en el

exterior, no hay ninguna; puesto que tú eres el amor y la felicidad en ti mismo. Sólo mostrando ese amor y

gozándote en él vas a ser realmente feliz, sin agarraderas ni deseos, puesto que tienes en ti todos los elementos

para ser feliz.

La respuesta de amor del exterior agrada y estimula, pero no te da más felicidad de la que tú

dispones, pues tú eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar. Dios es la Verdad, la Felicidad y la

Realidad, y Él es la Fuente, dispuesta siempre para llenarnos en la medida que, libremente, nos abramos a

Él.

Anthony De Mello

 



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados