No te engañes con la belleza física
El comer en exceso y la falta de
ejercicio, suelen deformar los rasgos del
amigo y por ello pueden hacer que no lo
reconozcas.
Un cuerpo grueso, deformado,
puede abrigar a un auténtico amigo.
A veces una mujer bella se enamora de
un hombre feo o un hombre atractivo
de una mujer sin atractivo físico, debido
a la cariñosa amistad de una encarnación
pasada.
Por tanto, no te engañes con la
belleza física.
Es más importante
determinar en qué congeniáis mental y
espiritualmente tú y la otra persona,
dónde están de acuerdo básicamente
vuestros gustos e inclinaciones.
Busca profundamente en la mente de la otra
persona y evita dejarte llevar por prejuicios
basados en características sin
importancia.
Brillantes galaxias de almas
Busca a tus amigos de encarnaciones
pasadas, para que puedas continuar
vuestra amistad en esta vida y
perfeccionarla hasta la amistad divina.
Una vida no siempre es suficiente para
alcanzar tal perfección.
Los amigos de encarnaciones pasadas
constituyen tu resplandeciente colección
de joyas de almas.
Auméntala continuamente.
En estas brillantes galaxias
de almas contemplarás al Gran
Amigo Único que te sonríe radiante.
El antídoto contra todo odio
Hay personas a las que ves todos los
días y hacia quienes no sientes simpatía.
Aprende a adaptarte a ellas, a amarlas.
Practica siempre el amar a quienes no te
aman, ser sensible hacia quienes no lo
son contigo y ser generoso con quienes
son generosos sólo consigo mismos.
El amor del corazón es el antídoto
contra todo odio. Si alguien está transmitiéndote
odio y te sintonizas con ese
odio, lo recibirás, pero si te sintonizas
con el amor, las vibraciones de odio no
te alcanzarán.
No necesitas adular a un enemigo,
pero sírvele silenciosamente en cuanto
necesite.
Si la humildad y el pedir
disculpas por tu parte, sacan a la luz las
mejores cualidades de tu enemigo, ¡por
supuesto discúlpate!
La persona capaz de hacer esto
habrá alcanzado cierto desarrollo espiritual,
pues se necesita carácter para
disculparse con cortesía y sinceramente.
Sin embargo, no alientes a alguien a
actuar erróneamente siendo humilde y
disculpándote.
Para ser un auténtico amigo para
todos, debes aprender a ver que Dios
está tanto en tu enemigo como en tu
amigo más próximo.
El contacto constante
con el Infinito en meditación, te
llenará del amor divino, el único que te
hará capaz de amar a tus enemigos.
El manto de la verdadera amistad
La verdadera amistad consiste en
buscar el progreso de las almas juntos,
culminando en la amistad divina perfecta.
La amistad perfecta entre dos
personas o entre los miembros de un
grupo espiritual, se convierte en una
puerta abierta a la unidad, a través de la
cual podrán entrar otras almas y evolucionar
hacia la perfección.
Cuando el manto de tu amistad
perfecta incluya a todas las almas y a
toda la creación, las activas estrellas, las
mudas piedras, las brillantes arenas del
mar, levantarás los velos que ocultan a
Dios de tu mirada.
El Amigo Divino se regocijará
entonces al darte la bienvenida a casa,
tras tus andanzas durante innumerables
encarnaciones y tú y Él os sumergiréis
en el gozo de la amistad eterna.
Por Paramhansa Yogananda
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