No existe un amor más grande que el de dar la vida por sus amigos.»
Libro de Urantia
Este amor inmenso es el que Jesús nos demostró al aceptar nacer como uno de nosotros y pasar por toda la gama de sufrimientos por los cales pasamos los seres humanos, porque los sufrimientos de Jesús no se limitaron a su crucifixión. Voluntariamente quiso conocer de todas las penurias que conlleva el ser mortal, para que tuviéramos su ejemplo que nos confortara en todo momento. “Ningún hombre debe temer nunca que el Creador no sepa la naturaleza o grado de sus aflicciones temporales” 2019 pues Jesús tuvo pena al saber que su amigo Lázaro había fallecido, tuvo sed y le pidió agua a la samaritana. Sintió pena al darse cuenta de la inconsecuencia humana, pues la misma muchedumbre que el Domongo de Ramos lo aclamaba como rey muy pronto pediría su crucifixión y su dolor llenó sus ojos de lagrimas al igual que cuando se dió cuenta que sus discípulos más queridos, se habían dormido en vez de acompañarlo a orar en el monte de los Olivos en momentos cruciales.
Jesús con su vida y con su muerte "hizo siempre más claro y seguro el camino de la salvación, de la sobrevivencia de todos los mundos del universo” 2917 a través del amor que por nosotros sentía y tanto durante su vida en la tierra, como a través de muerte en la cruz, nos mostró un nuevo camino para unirnos al Padre, él cambió el temor por el amor a Dios, pero como se ama un padre. Nos dijo:"para ser consistentes debéis abandonar completamente todos esos conceptos primitivos sobre Dios, como un monarca ofendido, gobernante rígido y todopoderoso, cuyo deleite consiste en sorprender a sus aúbditos en el error y luego asegurarse que sean castigados debidamente, a menos que otro casi igual a él mismo, ofrezca sufrir por ellos, morir como sustituto y en su lugar."2017
Concepto errado porque aún cuando Dios fuera un monarca que aplicara la justicia, no podría sentirse satisfecho “con el esquema infantil de sustituir a un sufriente inocente por un ofensor culpable” 2017. Jesús no murió en la cruz para alivianar nuestras culpas, ni para pagar por nuestros pecados, esa responsabilidad sigue siendo nuestra y personal.
El verdadero sentido de la muerte de Jesús es que “liberó al hombre para que éste pudiera elegir los mejores caminos del vivir” porque “La belleza del amor divino una vez que entra plenamente en el corazón humano, destruye para siempre el encanto del pecado y el poder del mal” 2018.
“Sobre el pecado, Jesús enseñó, que Dios ha perdonado y que nosotros podemos disponer personalmente de este perdón, mediante el acto de perdonar a nuestros semejantes. Cuando perdonas a tu hermano en la carne, creas de esa manera en tu alma, la capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por tus errores” 1861.
“Cuando los hombres y mujeres pensantes, contemplan a Jesús ofreciendo su vida en la cruz, no deberían atreverse a quejarse, ni siquiera por los sufrimientos más grandes de la vida y mucho menos por las pequeñas dificultades o por sus penas puramente ficticias”2019, sino que al igual que Jesús en el Huerto de Getsemaní pedir al Padre, ayuda para beber el cáliz de la aflicción con amor y resignación y al igual que Él lo hizo, orar diciendo “Padre, yo sé que es posible evitar esta copa...todas las cosas son posibles para ti...pero quiero hacer tu voluntad... y aunque esta copa sea amarga, la beberé si es tu voluntad” 1968.
“Jesús convirtió la cruz en el símbolo eterno del triunfo del amor sobre el odio y de la victoria de la verdad sobre el mal”2018, por eso no debemos recordar a un Dios doliente sino a un Hijo triunfante que dio su vida por amor. “La cruz no es el símbolo del sacrificio del Hijo de Dios inocente, en sustitución de los pecadores culpables, ni para apaciguar la ira de un Dios ofendido” 2019.
"La muerte en la cruz no fue para reconciliar al hombre con Dios, sino para estimular al hombre a la comprensión del amor eterno del Padre"2019 el cual nosotros debemos imitar con nuestros semejantes. no se nos pide que lleguemos a dar la vida como lo hizo Jesús, pero sí que seamos capaces de demostrarles nuestro amor con acciones concretas, que sepamos hacerles el bien sin esperar la recompensa, que aprendamos a amarlos tal cual son y no como nosotros quisiéramos que fueran...que aprendamos a darles nuestro cariño a través de una caricia, de una palabra de aliento, de una sonrisa, de un te quiero que nazca del alma...
Dar la vida por un amigo es pensar más en él que en nosotros...
yolanda silva solano