Un padre tenía dos hijos.
El mayor estaba siempre a su lado, le servía, hacía todo cuanto salía por la boca de su padre.
El menor a todo cuanto decía su padre le pedía el ¿por qué?, nunca hacía nada que no hubiese madurado en su interior.
Un día vino la enfermedad llevándose, al padre, lo que sembró la desolación en aquella casa. Solo con su desolación y sin saber qué hacer se quedó el hijo mayor, mientras que el menor con prontitud construyó una casa nueva.
Así decía Quetzacóalt:
"Enseñen a sus hijos a volar, mas no les impongan la forma de hacerlo, porque quizás ustedes volaron en la vida como gaviotas y ellos desean hacerlo como pajarillos. Quizás ustedes volaron en la vida como halcones y ellos desean volar como águilas. Abtes, bien, enséñenles a escoger su vuelo, mas , para ello deben conocer antes los secretos de vuelo, los secretos que están en todas las formas de volar".
Del Libro: "Así habla Quetzacóalt" (Caiatl Acotl)
Recordemos , el poema " Los hijos" de gran Kalil Gibrán, quien expresa en uno de sus versos: "Tus hijos no son tus hijos, son los hijos de la vida..." mostrémosle el camino a nuestros hijos para que ellos construyan su futuro, para que realicen su vocación, para sean auténticos y autónomos , su vida les pertenece , no pueden vivir la nuestra.
Que Dios los bendiga hoy y siempre.
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