Era maestro e instructor, pero también un amigo y un vecino, un compañero comprensivo.
El Libro de Urantia
"De todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor es conocer la vida de Jesús y cómo él la vivió" 2090 porque a través de ella podemos aprender a vivir la nuestra, pues la vida de Jesús fue muy similar a la nuestra, porque él no se apartaba de la gente, por el contrario convivía con todos los hombres, no solamente con sus apostóles y seguidores, el comía con los fariseos y con los publicanos, tenía amigos y amigas como Lázaro y sus hermanas, asistía a las bodas, conversaba con la samaritana y con la mujer adúltera con la misma sencillez que lo hacía con los niños a quienes amaba en forma predilecta, porque en cada uno de ellos era capaz de reconocer a un hijo de su Padre.
Jesús vivió intensamente su vida como ser humano, para justamente enseñarnos a nosotros que nuestra espiritualidad no la debemos expresar solamente cuando estamos en el templo o en reuniones filosóficas sino en la vida diaria, con nuestros familiares y con todos los que a nosotros se acerquen, porque el mejor templo de Dios es nuestro propia alma.
Jesús hablaba en parábolas porque amaba a la gente y por lo mismo no pretendía apabullar a nadie con su retórica. lo que le interesaba era que comprendieran sus palabras, porque sólo cuando ellas llegan al corazón del oyente se pueden convertir en enseñanza viva, capaz de hacer los cambios necesarios para cambiar las pautas erróneas de conducta. Jesús ponía la enseñanza al alcance de la gente, porque sabía que "hasta la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente, porque la sinceridad cumple mejor su funsión en el trabajo del reino, cuando está unida a la discresión"1961
Deberíamos imitar a Jesús, porque muchas veces, nuestro celo por comunicar nuestras verdades nos hace ser imprudentes y hacemos todo lo contrario que el Maestro hacía y más que ver con empatía a nuestros hermanos y ver su grado de receptividad a la enseñanza, hablamos de lo que a nosotros nos interesa y nuchas veces se cuela nuestro ego y tratamos de deslumbrar al auditorio, dando conceptos que muchas veces ni nosotros mismos manejamos bien o logramos entender, pero que al decirlos nos hacen ver importantes, olvidando que "el que quiere ser grande, primero debe ser siervo" 1868
Es un privilegio que Jesús nos haya escogido para ayudarle a sembrar la Buena Nueva que él nos trajo, pero al hacerlo que no se nos olvide nunca, que no somos los dueños del Reino sino sus colaboradores y que debemos actuar con sencillez y humildad, imitando a nuestro Maestro que"no cometió el error de enseñarles más de lo que podían recibir, no precipitó su confusión presentándoles una verdad que rebasara su capacidad de comprensión"1535
yolanda silva solano