El Libro de Urantia. Página 1779
Es verdad que aceptar las derrotas como una parte ineludible de la vida es ganar en sabiduría`porque "la perfección es nuestra meta, no nuestro origen"846 por lo tanto el aprender a perder es una gran enseñanza que nos permite no volver a tropezar con la misma piedra.
Como humanos siempre estamos expuestos a los fracasos, a las decepciones y a las pruebas y justamente el aprender a sacar significado a estas contrariedades, es lo que va formando nuestro carácter y acercándonos a la perfección en forma gradual porque "la sabiduría del hombre nace de las pruebas y los errores de la experiencia humana"58 pues "el dolor y el sufrimiento son esenciales para la evolución progresiva" 951
Nadie puede vivir la vida por nosotros, las experiencias ajenas nos pueden servir como referencias, pero las lecciones provechosas sólo las obtenemos de las propias experiencias. "No podemos percibir la verdad hasta que no la experimentamos con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas si no es en las adversidades"557
Los padres podemos señalar a nuestros hijos, los caminos menos pedregosos, pero no podemos impedir que ellos tropiecen, por eso más que lecciones de vida, lo que tenemos que entregarles son valores que les sirvan de herramientas para salir adelante en los momentos difíciles y la mejor herramientas que podemos poner en sus manos, es la confianza en que Dios es su Padre, porque de este amor filial siempre es posible sacar las fuerzas para salir adelante porque ¡ con Dios todo es posible!
Ocultar los fracasos es el peor de los auto engaños, se niega la derrota para evitar que el ego sufra en su autoestima herida, pero al hacerlo nos estamos invalidando a nosotros mismos, en vez de sacar fortaleza de las propias flaquezas.
Si no somos capaces de reconocer nuestros errores, no tendremos la menor posibilidad de corregirlos y superarlos. Aprender a perder es un arte que debemos aprender si en la vida queremos ganar.
yolanda silva solano