Es el secreto..
La vida nos pide constantemente "¡participe!".
La participación es necesaria para nuestra alegría, pero también para nuestra protección. Quien se mantiene al margen de las barbaridades que ve, está prestándole un servicio a la fuerza de las tinieblas, y ésto, algún día, le va a ser cobrado.
Hay momentos en que evitamos la pelea, con los más diversos pretextos: serenidad, madurez, sentido del ridículo. Vemos la injusticia de que es víctima de nuestro prójimo, y nos quedamos callados. "No me voy a meter en peleas inútiles", es la explicación.
Esto no es así. Aquel que recorre un camino espiritual, carga consigo un código de honor que debe ser cumplido. La voz que clama contra lo que está mal es siempre escuchada por Dios.
Si nuestro hermano ya no tiene fuerzas para reclamar, nos toca a nosotros hacerlo por èl..
PAULO COELHO
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