Siempre que quieras cambiar un patrón de la mente que se ha convertido en un hábito duradero, respirar es lo mejor.
Todos los hábitos mentales están asociados con el patrón de respiración. Cambia el patrón de respiración y la mente cambiará inmediatamente.
Siempre que observes que esté surgiendo en ti un juicio y que estés cayendo en un viejo hábito, exhala inmediatamente, como si estuvieras tirando el juicio con la exhalación. Exhala profundamente, inflando el estómago con la inspiración como si fuera un globo y expúlsalo a ser posible, visualizando cómo ese juicio está siendo expelido.
Después repite esta operación por 3 veces y simplemente y observa tus sensaciones internas.
Sentirás una frescura completa: el viejo hábito no habrá logrado tomar posesión.
Para recibir debemos previamente vaciar.
Comienza con la exhalación, no con la inhalación.
Cuando quieras absorber algo, empieza con la inhalación; cuando quieras deshacerte de algo, comienza con la exhalación.
Sólo mira la manera en que tu mente se encuentra. Podrás ver que ese pensamiento angustioso ha desaparecido y ahora hay vacío. Ahora te sientes un poco mejor, e incluso puedes pensar que aquella situación fue algo sin sentido, y no merecía la pena tanta angustia.
Has dejado una vieja pauta fuera de tu vida y esa no se repetirá. Puede que un día aparezca otra pauta no igual, pero si similar, y eso no es de extrañar, si tenemos en cuenta nuestras otras1000 máscaras restantes listas a destacar y mantener el control del error. Pero ahora ya sabes como actuar y poco a poco verás como van desapareciendo las viejas tendencias y surgen otras mucho mejores o más acordes con tu estado evolutivo.
Cuando tomamos conciencia del hábito erróneo y lo eliminamos simbólicamente con la exhalación, desaparece el engaño y la claridad despeja las sombras.
Si vas al terapeuta antes de comenzar la sesión veras que todos dicen respira hondo y suelta el aire, es como abrir una puerta en los planos sutiles para vaciar viejas energías.
Cuando nos dan un susto instintivamente nuestro cuerpo suspira soltando el aire para alejar esa sensación del cuerpo y no dañar al corazón.
Esto sucede con todos los hábitos. Por ejemplo, si fumas y sientes la necesidad de fumar pero no quieres, inmediatamente exhala profundamente y expele la necesidad. Respira profundamente y verás que la necesidad ha desaparecido de manera inmediata.
Si estas pasando por un momento de angustia en tu vida, acumula esos pensamientos en tu mente centrando la atención en ellos, y con las dos manos haz como si recogieras madejas de hilos con nudos de tu cabeza comenzando con la parte posterior hasta llegar a la frente y con un movimiento fuerte y seguro separa los brazos del cuerpo, y abre bien las manos, como si tiraras esa basura al espacio, al tiempo que expulsas el aire diciendo PHET con energía, como si lo escupieras.
Esta puede convertirse en una herramienta sumamente importante para el cambio interno.
Ojala estas líneas sean útiles para muchos