Puede que haya ocasiones en mi vida, o en las vidas de mis seres queridos, cuando los acontecimientos no parecen tener sentido.
La pérdida de un trabajo, el diagnóstico de una enfermedad grave u otra situación retadora como la que hoy atravieso pueden tentarme a exclamar: "¿Por qué, Dios?"
Mas, en cada instancia, Dios ya ha establecido el Plan Divino que me ayudará a superar cualquier reto que pueda enfrentar.
Mi misión es simplemente buscar el bien que yace en el corazón de cada adversidad.
Dios conoce cuál es la oportunidad correcta para mí en lo que se refiere a empleo, relaciones personales, salud y más.
Mi vida está al cuidado de Dios y confío en el Orden Divino.
"Oyó Jesús que lo habían expulsado y, hallándolo, le dijo: '¿Crees tú en el Hijo de Dios?' Y él dijo: 'Creo, Señor' ..." (Juan 9:35-38)