No cometáis el error de juzgar el valor de un alma sobre la base de las imperfecciones de la mente o de los apetitos del cuerpo. No juzguéis al alma, ni midáis su destino por el metro de un solo episodio humano desafortunado.
Vuestro destino espiritual sólo está condicionado por vuestros anhelos e intenciones espirituales.
El Libro de Urantia,
Pág. 1739
Qué bueno sería tener en cuenta estas recomendaciones que nos hace Jesús, porque los seres humanos somos dados a encasillar a la gente por un solo episodio incorrecto, quitándole así el beneficio del cambio y del arrepentimiento.
Curiosamente somos más dados a encasillar a las almas en lo negativo que de ellas hemos visto, que por sus cosas positivas. Pienso que en los mundos de estancia, nos vamos a llevar sorpresas muy grandes, al encontrarnos tal vez con personalidades que nosotros en vida, habíamos condenado por sus pecados.
Las almas, hasta el último instante de su vida terrena, tiene la posibilidad de gozar del perdón de Dios, con su arrepentimiento sincero. Además puede ser que un hecho, que para nosotros es reprobatorio, no lo sea para la persona que lo comete, porque sus intenciones íntimas, solo Dios las conoce y El "mira dentro del corazón de los hombres y juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras" 1571
Por eso, nosotros debemos esforzarnos para no ser jueces de nadie, porque con la misma vara que medimos, sermos medidos. "Al fin de vuestra vida terrestre, todos vosotros esperaréis misericordia, por ello os pido que durante vuestra vida mortal seáis misericordiosos con todos vuestros hermanos. No cometáis el error de quitar la mota del ojo ajeno, cuando hay una viga en el vuestro." 1571
yolanda silva solano