DEJO IR Y DEJO QUE DIOS ME LIBERE PARA LOGRAR UN BIEN MAYOR
Si alguna vez me siento atrapada en una red de circunstancias negativas, no
pierdo la esperanza de encontrar una solución.
En vez de eso, decido enfrentar el reto espiritualmente dirigiéndome a Dios.
Hago una pausa, aparto mi atención de la situación en sí y la pongo en Dios.
Esto me ayuda a vincularme de nuevo con el Espíritu presente en mí y en todas las circunstancias.
Dejo ir cualquier pensamiento ansioso y el dominio de la negatividad disminuye.
Permanezco en la quietud de la oración y permito que la Presencia de Dios eleve mi comprensión para saber cuál es el camino a seguir.
Dejo ir y dejo que Dios me libere para lograr un Bien Mayor.
"Mis ojos siempre se dirigen hacia Jehová, porque El saca mis pies de la red" (Salmo 25:15)
Marta.
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