"El espíritu crítico es ciertamente una cualidad, pero sería
deseable que algunas personas aprendieran a medir el alcance de
los daños ocasionados por esta costumbre que tienen de resaltar
constantemente el lado negativo de los seres y de las cosas.
¡Cuántas amistades y relaciones se rompen a causa de esta
tendencia! Cada vez más la gente sólo se observa para descubrir
sus defectos, sólo ven en el mundo lo que no funciona, enfatizan
y hacen comentarios únicamente de los fracasos y de las
catástrofes.
Contrariamente a lo que creen algunos, ésta no es
la actitud del sabio.
Evidentemente, el sabio no está ciego, ve el mal, no se deja
engañar, pero considera que lo esencial en la vida y en los
seres es el bien. Sabe pues que el mal está ahí, pero no se
ocupa mucho de él. Fija su atención principalmente en el bien, y
con esta actitud atrae las fuerzas del bien y las hace crecer en
sí mismo, en los demás y en el mundo.