OYENDO TU CORAZON
Cuando puedas, aquieta tu mente
y oye tu corazón.
No serán palabras que oirás sino
un sentimiento iluminando tu
conciencia, diciéndote el camino
cierto a seguir.
Oír tu corazón es creer en tu
preciosidad a los ojos de Aquel
que te guarda en puro amor.
Confía en tu potencial. No huyas de
ti mismo. No hay nada más
importante para buscar.
Oyendo tu corazón, aprenderás
que la mayor alegría nace de
tu propio encuentro, de tu
disponibilidad contigo mismo.
Pasa el día con tu corazón,
y dedica a tus seres queridos y amigos
tu aprendizaje para que puedas creer
cada vez más
en lo que estás sintiendo y
en lo que estás aprendiendo.
SE FELIZ.-
a/d
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