SOY SANADA EN CUERPO, MENTE Y ALMA La curación surge de muchas maneras. Algunas heridas sanan de manera rápida y visible, como un raspón o una quemadura leve. Otras pueden tomar más tiempo para sanar. Un corazón herido, una vida atribulada o un alma deprimida, requieren de una curación más profunda -curación de cuerpo, mente y alma-. Cada aspecto de la curación me invita a dirigirme a Dios en oración por guía. Al ir al silencio de la meditación y orar, me uno a la Fuente de mi curación tanto física como espiritual. Recibo la guía que me dirigirá por los caminos de la Fortaleza y la Vitalidad. Gracias a la comunión divina recibo esa salud que es mas duradera y vital: la de mi alma. "Mas Yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas" (Jeremías 30:17). Marta.
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