El despertar de un alma
Era una tarde de verano como cualquier otra, un joven pasaba por la calle con aquel calor insoportable, que quemaba el asfalto, el trafico era lento y monótono, unos niños jugaban descalzos en la vereda, una señora paseaba su perro, en fin un día como los demás, cada uno en sus cosas y a nadie le importaba nada, una sociedad fría y consumista donde la vida seguía sin importar el prójimo.
Una chica como todos los días veía pasar su vida frente a una ventana, mirando tristemente a toda esa gente metida en sus asuntos, en el rostro de la joven solo había tristeza, y dolor, su sonrisa se había borrado para siempre, solo el amor verdadero la haría revivir. La vida pasaba y ella ya no luchaba, se había rendido ante el dolor y la soledad, nadie lograba entender sus pensamientos ni su corazón ahora frío y duro como el hielo, sus emociones y sentimiento se habían esfumado hacía ya tanto tiempo que ni ella misma recordaba. Nada le importaba, nada la sorprendía, su alma había desaparecido, junto con toda esencia. No salía, había perdido todas sus amistades y no le interesaba tener nada.
Aquella misma tarde la llamó la única amiga que le quedaba y que se preocupaba, para distraerla, sacarla a pasear, o otra cosa, pero nuestra chica no accedió, decía que quería quedarse sola, su amiga le insistió, esta le dijo que fuera a su casa si quería verla, y así Lo hizo, merendaron y cenaron juntas, pero la mujer no reía, estaba como perdida en sus pensamientos. Cuando su amiga se marchó la muchacha se fue a dormir, era temprano pero no importaba. Su vida era aburrida y pesadas, todos la creían loca y nadie conseguía entender sus penas y él porque de aquella amargura eterna. La joven dejó de creer en la vida, en la gente, en todo, hasta en ella misma. Pero un día llegó un joven nuevo a la ciudad y comenzó a pasar frecuentemente por donde ella vivía, él joven una mañana vio a la chica que miraba con su rostro frío y triste, se detuvo a mirarla unos instantes y ella también lo observó pero con aquel rostro rígido e inexpresivo. Él siguió su camino hasta que se perdió en la lejanía, ella lo siguió con la mirada hasta no verlo más; se preguntó porque la miraba aquel joven con ojos dulces y tiernos, con aquella mirada y aquel rostro que reflejaba una leve sonrisa, todos pensamientos que pasaban por su mente la inquietaban mucho, pero les restó importancia.
Al mañana siguiente el chico volvió a pasar deteniéndose para mirar a la chica, ella estaba sentada observándolo todo como siempre, al conectarse sus miradas ambos sintieron una sensación extrañan, algo que les hizo estremecerse, todo era tan raro para ella. Él joven reaccionó el saludo amablemente y siguió su camino así pasaron 10 días, hasta que una tarde ella salía de la casa y él pasaba ahí fue cuando por primera vez se vieron tan cerca que no sabían que decirse él la saluda afectivamente y ella no contestó y continuo hacia donde iba, él la observó y sonrió como sino le importara su desaire o su poca cortesía.
Una mañana el joven pasó pero se sorprendió al no verla por la ventana como todos los días y se preocupó entonces decidió ir a la casa de la muchacha, al estar ahí no se atrevió a llamar a la puerta y se alejó preocupado triste. Cuando volvió por la noche, tampoco la vio y siguió para su casa, muy preocupado y nervioso ya que se preguntaba que estaría pasando con ella.
A la mañana siguiente tampoco la vio y muy decidido golpeo la puerta de la casa de la chica, nadie salió, entonces se puso más triste y se alejo preguntándose que pasaba en aquel lugar, donde estaban todos. Esa misma tarde recibió un llamado era la joven, este quedo inquieto y sorprendido, porque jamás penso que ella le hablaría o le llamaría. Le dijo que ya no vivía más ahí y que gracias a él había recobrado su luz, su risa y su corazón, y que ahora podría estar en paz, que se cuidara que siempre lo iba llevar en su corazón, y sin que el joven pudiera decir algo corto. Jamás volvió a saber de ella, ni donde vivía, o que le había ocurrido, pero aquel día marco su vida para siempre. Que fue todo aquello, quien era la chica, nunca nadie lo supo y menos que paso con ella, con la casa que al tiempo desapareció, y con los que vivían con ella, todo fue un misterio, o tal vez un sueño.
a/d