Sólo es posible ser feliz cuando el amor emana de ti, cuando sientes un amor incondicional por ti mismo y te entregas por completo a ese amor. Cuando actúas de este modo, dejas de resistirte a la vida. Dejas de rechazarte a ti mismo. Ya no cargas con todos esos reproches y ese sentimiento de culpabilidad. Sencillamente aceptas quien eres y a todas las personas tal como son. Tienes derecho a amar, a sonreír, a ser feliz, a compartir tu amor y a no tener miedo de recibirlo.
Tomado de la red |