Una reflexión de navidad
Cada vez que celebramos la Navidad
independientemente de la fecha que sea,
recordamos muy especialmente que Dios no está lejos,
sino muy cerca de nosotros y que yo, tú que escuchas,
necesitamos continuar este nacimiento con nuestras miradas,
nuestras palabras, nuestras acciones, nuestras actitudes.
Es hora de mirar hoy al Pequeño de Belén no en las
imágenes bonitas de nuestros pesebres.
Hay que buscarlo entre aquellos que despreciamos
y quizá seamos nosotros mismos; hay que buscarlo en aquellos
que te hirieron para perdonarlos y
comprenderlos de corazón sabiendo
que ellos y ellas han sido heridos horriblemente; hay que
buscarlo en los niños huérfanos o pobrísimos desnutridos
que se han acostado esta noche sin tener que comer.
Búscalo en tus hijos abandonados largas horas con sus
abuelos o solos en tu casa; búscalo en esa madre o padre
o tíos en el asilo, en su cuarto arrumbados porque ya
–según tu- no son útiles. Búscalo en la amante de tu esposo
de tu esposa y habla cara a cara con tu cónyuge para poner
las cartas claras de la conversión a Dios y seguir adelante.
Búscalo en tu corazón clemente y compasivo, pues no olvides
que eres imagen y semejanza de Dios
El Pequeño de Belén, hoy, aquí y ahora, desde el pesebre
de nuestro corazón viene a confrontarnos y a decirnos,
a decirte a ti que escuchas, que te des cuenta que la Navidad es vida,
que navidad es cuando naces sin temores a nuevas
y sinceras formas de relacionarte, de organizarte,
de convivir con calidad y paz y que te dice que la navidad significa
enfrentarte a todo con honradez, alegrarte con sencillez de lo
bueno que tienes y hacerte responsable del bien
que evitas hacer por miedo al qué dirán o por la
flojera por la que te dejas llevar.
Que Navidad es cuando dejas libremente que en tu ser
irrumpa la fuerza transformante de la luz que vence toda oscuridad
y penumbra; Cuando abres, con sinceridad , tu corazón,
tu ser aún incluso al que o a la que se resiste;
Es Navidad cuando rompes sin temores tus viejos
esquemas mentales negativos y formas nuevas
formas de pensar al estilo de Dios.
Navidad es cuando te recreas en la vida, en la fe,
en la esperanza, en el compromiso; Cuando haces opciones claras,
concretas, sinceras en la construcción de un mundo
en donde el amor y por lo tanto el respeto a las diferencias sea la base.
Recuerda que si en tu corazón hay más amor,
en lugar de odio es Navidad. Si has decidido perdonar a alguien,
es Navidad. Si buscas a Dios de verdad, es Navidad.
Su aumenta el gozo de tu fe, es Navidad.
Si en tu alma florece la esperanza, es Navidad.
Si trabajas por la justicia entre los hombres, es Navidad.
Si tienes deseos de vivir y lo comunicas a los demás,
es Navidad. Si sabes sufrir con amor, es Navidad.
Si eres perseguido o se ríen de ti por causa del Evangelio,
es Navidad. Si te alegras de ser hijo de Dios es Navidad.
Y si aún sientes tristeza, hoy, el Niño de Belén desata
con un beso todo lo desagradable, lo que te duele,
para volverte una hombre, una mujer sensible a todos
los regalos divinos y humanos como una flor, una árbol,
un perrito, un bebé, un anciano caminando por la calle,
una mujer comprando jitomates en el mercado,
tu televisión por la que puedes ver un programa agradable
y constructivo, tu teléfono por el que puedes escuchar
a quien se siente más sólo, sola que tú,
un consejo dado a otros, una palabra amable,
hay tantas cosas por las que podemos estar felices.
La navidad es manifestar el amor verdadero,
el amor que Dios ha derramado en nuestro corazón,
La Navidad es vivir en la verdad. La Navidad es trabajar
honestamente seas patrón o empleado.
La Navidad es ser un padre, una madre de familia,
un hombre, una mujer excelente, es decir, un ser humano
con el corazón siempre en la mano aunque la
mayor de las veces no seas correspondido, correspondida.
Navidad es ser un ser humano que lucha por
conquistar la paz, el perdón, la misericordia,
la justicia. Y la justicia de Dios es Navidad,
porque buscar la justicia es buscar porque los demás yo,
tu mismo, tu misma que escuchas, seamos mejor
cada día, es buscar que queramos ver siempre la luz,
reconociendo cuando caemos en el error,
en la falsedad, en el engaño.
Navidad es olvidar el rencor, poner en marcha el amor
y ponernos a trabajar tomados de las manos;
Navidad es encontrar una frecuencia,
en el que aún siendo diferentes
podemos ponernos de acuerdo
Navidad es remanso de paz en la guerra.
Es paz en el corazón. Es un rincón
de hogar para los sin casa.
Un puesto en la mesa para los sin pan.
Un villancico en los labios de los sin voz.
Una estrella en las vidas que son noche.
Una Palabra en medio
de los silencios. Una entrega en medio de tanto egoísmo.
Una nueva vida entre tantas muertes.
La inocencia entre tanta corrupción. El canto
de la alegre pobreza en medio de la riqueza vana.
Un reencuentro entre tantas separaciones.
Un grito de fe en el corazón de la incredulidad.
Una gozosa aparición en medio de tanta soledad.
Navidad es Luz en la oscuridad. Es el arco iris de Dios,
Navidad es creación y renovación del Amor Dios.
Navidad es amar, amar sin parar, hasta gastarte.
Navidad eres tú en mi corazón, soy yo en tú corazón,
sin apegos, en libertad. Navidad es Don de Dios.
Navidad es el Amor más Hermoso jamás
conocido y que se llama: Jesús