Navidad.
Yolanda Silva Solano.
Navidad, una sola palabra para definir el milagro de los milagros, el Hijo de Dios, por amor se otorga a la criatura humana y para ello decide volitivamente tomar un cuerpo humano y “nacer de la misma manera que todos los niños que han llegado al mundo, antes y después.”
Este hecho en apariencia tan simple, requirió de billones de años de preparación, que fueron sus seis anteriores auto otorgamientos, en los cuales apareció en Nebadón de manera intempestiva “Los auto otorgamientos de Miguel, como Hijo Melquisedec, luego como Hijo Lanonandec y luego como Hijo Material, son misteriosos y desafían las explicaciones. En cada caso, apareció repentinamente y como individuo plenamente desarrollado.”
Aun, cuando las Personalidades suponían que el séptimo auto otorgamiento sería a semejanza de la carne mortal, eran totalmente ignorantes en cuanto al tiempo, lugar y manera de culminar esta maravillosa aventura, en la cual Miguel, apareció en la tierra como infante desamparado. Hasta ese momento siempre había aparecido como un individuo plenamente desarrollado del grupo de personalidades, seleccionado para el auto otorgamiento, por eso fue un anuncio emocionante, el que se emitió desde Salvingtón, informando de que el infante de Belén había nacido en Urantia.” 1
“Josué ben José, el niño judío, fue engendrado y nació en el mundo, tal como cualquier otro bebé, excepto que este bebé en particular, fue la encarnación de Miguel de Nebadón, un hijo divino Paradisíaco y el Creador de este universo local. Este misterio del auto otorgamiento de la Deidad, dentro de la forma humana de Jesús, de origen natural en el mundo, permanecerá siempre sin aclaración. Aun en la eternidad, jamás conoceréis la técnica y método del auto otorgamiento del Creador en la forma y semejanza de sus criaturas.”
“Los serafines, a través de los seres intermedios, hicieron el anuncio a un grupo de sacerdotes caldeos, cuyo dirigente era Ardnón. Estos hombres de Dios visitaron al recién nacido y este fue el único acontecimiento sobrenatural relacionado con el nacimiento de Jesús.”
“Los padres humanos de Jesús eran personas comunes y corrientes de sus días y generación, este Hijo encarnado de Dios, nació así de una mujer y fue criado de manera similar a la de cualquier niño de su raza y edad.”
Al meditar en la magnitud de este misterio cabe preguntarse ¿por qué nacer como un niño indefenso y no como un Rey?
Personalmente, pienso que los hombres ya conocían a un Dios rey, justiciero y selectivo de los pueblos y las razas. Jesús se hizo uno de nosotros, para mostrarnos al verdadero Dios, al cual no debíamos temer por sus castigos, sino amar por sus bondades y su inmensa capacidad de comprensión hacia las debilidades de la raza humana, comprensión y empatía que sólo la puede tener un Padre.
Jesús vino a conocer en carne propia al hombre, para que el Supremo también lo pudiera conocer y entender, porque “las partes e individuos del gran universo evolucionan como reflejo de la evolución total del Supremo. Desde el punto de vista mortal, ambos son recíprocos, evolucionarios y experienciales”
Es maravilloso tomar conciencia que no estamos solos, no somos seres indefensos abandonados a nuestra propia suerte finita, somos parte del TODO y lo más extraordinario es ¡qué nos necesitamos mutuamente!
“Dios y los hombres se necesitan mutuamente, se necesitan para el alcance pleno y final de la experiencia de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad universal. El reino de Dios está dentro de vosotros, fue probablemente la declaración más magnífica que Jesús hiciera jamás, después de la afirmación de que su Padre es un espíritu vivo y amante.”
Con esta afirmación, desapareció la idea de ese Dios lejano y castigador porque “el Dios eterno es infinitamente más, que una realidad idealizada o el universo personalizado. Tampoco es un concepto, ni el potencial de la rectitud. El padre Universal no es sinónimo de Naturaleza, tampoco es la ley natural personalizada. Dios puede ser cualquiera de estos conceptos, o todos ellos en la mente del hombre, pero El es mucho más. Es una persona salvadora y un Padre amante para todos los que disfrutan de paz espiritual en la tierra y que anhelan experimentar la supervivencia después de la muerte”
Dios, no nos pide que lo definamos, ni que conozcamos sus designios, lo que nos pide es que tengamos paz espiritual, en medio de nuestra lucha por el diario vivir, para que seamos capaces de sentir los tres fenómenos experienciales que demuestran la presencia del Espíritu divino en la mente del hombre:
1.- Capacidad intelectual de conocer a Dios: conciencia de Dios.
2.- El impulso espiritual de encontrar a Dios: búsqueda de Dios.
3.- El anhelo de la personalidad de ser como Dios: el deseo plenamente sincero de hacer la voluntad del Padre
Esta, es la Buena Nueva que Jesús trajo a la tierra, él tuvo que nacer para enseñarnos, que nosotros debíamos renacer porque “en el reino del Padre habréis de transformaros en criaturas nuevas, las cosas viejas habrán de perecer. Yo os muestro cómo todas las cosas se han de renovar. Y por vuestro amor mutuo, convenceréis al mundo de que habéis pasado de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida eterna.”
“Así pues, mediante vuestra fe y la transformación del espíritu, llegaréis a ser en realidad templos de Dios, porque su espíritu vive dentro de vosotros. Si el espíritu vive dentro de vosotros, ya no seréis esclavos encadenados por la carne, sino hijos del espíritu, libres y liberados. La nueva ley del espíritu os dota de la libertad del autodominio, reemplazando la vieja ley del temor.”
Que esta Navidad, sea el momento de comprender el por qué, veneramos a Jesús niño desde un humilde pesebre. El no necesita del lujo ni de los oropeles para ser Dios, El necesita de nuestro renacer espiritual, que dejemos nuestras viejas costumbres, nuestra rutinas inconscientes y que tomemos conciencia que Dios habita en nuestro corazón y que está esperando ser incorporado a toda nuestra vida, no sólo a una porción de ella, porque “para aquel que conoce a Dios, no hay labores comunes, ni tareas seculares. Dedicad vuestra vida a la elevación de la tarea diaria y común. Mostrad a todos los hombres en la tierra y a los ángeles en el cielo, como alegre y valientemente el hombre mortal puede transformar toda labor terrenal, en un servicio a Dios el Padre.”
Que nuestra alegría navideña, se vea reflejada en todos nuestros actos, renazcamos a una vida mucho más plena, que nuestra paz interna, sea capaz de sobreponerse a los apuros innecesarios, propios de estos días, para no hacernos perder la conciencia de que tenemos un Padre y que todos somos hermanos.
En nuestra cena navideña, en el momento de la entrega de regalos, tengamos presente estas verdades y brindemos junto a Jesús, por El y con El, no olvidemos que es su cumpleaños y renovemos nuestra plena confianza porque “la paz se extenderá como un río y la gloria será como un torrente que fluye, porque como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré Yo a vosotros. Sed pacientes y veréis la gloria de Dios, del mismo modo será para todos los que aguardan conmigo y aprenden así a hacer la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”
Que este mensaje de Jesús no se quede en nuestro intelecto, sino que llegue a nuestro corazón para que encontremos la fuerza de renacer y poder ofrecernos a Jesús, con el mismo amor que a El lo impulso a nacer como un niño, por amor a nosotros.
¡PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD!
Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.
http://www.egrupos.net/grupo/urantiachile
http://www.gabitogrupos.com/ElLibrodeUrantiaunCaminodeEvolucion/admin.php
Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.