El corazón es la sede del Alma, de la Esencia, de la prolongación de tu Ser divino. El corazón es el hogar mullido y amoroso que te acoge a cada momento cuando necesitas refugiarte de las dificultades que afrontas cada día.
Tu corazón es tu hogar, tu único destino, tu única meta.
Permanecer en él y crear desde él es tu meta añorada.
Sin embargo, muchas personas, buscadores de luz, se han desviado del mensaje inicial buscando más lejos de lo que es realmente necesario. El ego se va infiltrando con aspecto de espiritualidad y confunde a los corazones que buscan erráticamente su lugar.
Espiritualidad no es igual a sufrimiento, no es igual a penuria o separación. La espiritualidad es su propia esencia divina, pues son Seres espirituales de origen divino, luz de Amor materializada en la materia. Sin embargo, la mente les impulsa a alcanzar algo que ya SON, pues no hace falta un recorrido penoso y cansado cuando toman conciencia de quien realmente son: ya son AMOR, ya son LUZ, ya son VIBRACION. Aquello que NO son, no es el punto de partida de este viaje, aquello que NO son es lo que han de quitarse de encima, sin más, sin tragedias ni dolor, tan solo conectando con su esencia de AMOR y desde este núcleo irradiar hacia fuera pues su luz es más poderosa que su oscuridad creada por la dualidad en la que están instalados; pero recuerden, NO son oscuridad, conviven con ella como parte de su misión, pero su luz es la esencia, la materia de amor de la que están hechos, desde allí irradien a todo lo que hagan, digan, compartan, escuchen, hacia todo aquello que surja de ustedes.
Para ello antes de hacer nada, conecten con su corazón, aceptando su estado de cada momento con amor. Aceptando sus emociones y abrazándolas con amor hasta que conecten con el centro del corazón, su lugar sagrado, su hogar divino en la tierra. Una vez allí, pueden iniciar cualquier actividad que deseen, pues surge de su verdadero Ser. Así, una y otra vez practiquen este reencuentro con su naturaleza amorosa, una y otra vez a lo largo del día. No realicen nada sin esta conexión pues serán expresiones huecas de ustedes, al no estar impregnadas de su esencia. Es preferible ralentizar el ritmo y hacer después, en lugar de continuar sin parar, sin la conciencia de quien son.
Desde este lugar, el resto se limpia, se clarifica, se diluye poco a poco, pues nada hay más poderoso que su centro de Amor.
SU CORAZÓN ES SU GUIA Y MAESTRO.