Es muy difícil para el hombre, comprender mucho de lo que ocurre en el mundo en evolución, porque la ley natural frecuentemente parece ser cruel y sin corazón e indiferente al dolor humano.
Libro de Urantia. Pág.1306
Ante los desastres de la naturaleza y ante los crímenes de los hombres, muchas veces nos quedamos sin aliento y es casi imposible el no preguntarnos ¿por qué? Pareciera que el mal crece mientras el bien pasa desapercibido, pero estamos equivocados, es simplemente que el Bien no lo vemos porque no se publicita ni se publica como lo hace el mal.
"El reino de Dios está en el corazón de los hombres y cuando este reino se vuelve actual en el corazón de cada individuo, la regla de Dios, se hace realidad en el planeta"1306 por eso ante el mal no debemos acobardarnos sino pensar en que forma podemos reforzar el bien, lo cual no es tan difícil si pensamos que somos cocreadores con Dios y que con el poder de nuestra mente, de nuestra palabra, de nuestras acciones, podemos reciclar lo negativo y transformarlo en positivo.
"Esta fe salvadora nace en el corazón humano, cuando la conciencia moral del hombre, comprende que los valores humanos, pueden ser transformados en experiencia mortal, de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad"1118 Cuando nos convencemos que no estamos solos, pues en nosotros mora el Espíritu de Dios, sentimos esa fuerza interna que nos permite seguir creyendo que con Dios todo es posible y que a pesar de nuestro origen animal y de nuestra estrechez de mente, si nos lo proponemos podemos cambiar lo negativo, tanto en lo personal, como a nivel cósmico, porque !ninguna experiencia valiosa ocurre jamás en vano, ningún significado verdadero perece"1200
Para que estas palabras dejen de ser sólo frases y se conviertan en vivencias personales, lo único que tenemos que hacer es tener una conciencia alerta para darnos cuenta de lo que ocurre dentro y fuera de nosotros y a eso darle el verdadero significado, lo cual no requiere tampoco de un gran análisis filosófico, sino más bien de un deseo sincero de hacer la voluntad de Dios. Con el sólo hecho de acordarnos que no estamos solos y que el Espíritu mora en nosotros, le estamos dando una dimensión muy diferente a lo que hacemos y a toda nuestra vida.
Basta con recordar que "Dios y los hombres se necesitan mutuamente para el alcance pleno y final de la experiencia de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad universal"2084 para que nuestro destino se torne lleno de posibilidades y de alegría porque "la aventura de construir una sociedad nueva y tranformada por medio del renacimiento de la hermandad, debería causar emoción a todos los que creen en Jesús" 2084 porque una felicidad en crecimiento constante es iempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios."1766
yolanda silva solano