Desarróllala, aliméntala, fortalécela, madúrala. El beneficio universal sin discriminación es uno con el cielo y la tierra; a esto se le llama virtud.
Si estás en una posición superior, no estés orgulloso de tu éxito; si estás en una posición de
subordinación, no te avergüences de tus problemas. Si eres rico, no seas arrogante; si eres pobre, no robes.
Conserva siempre el amor universal imparcial y no dejes que se marchite. A esto se llama
humanidad.
Si estás en una posición superior, ayuda al débil; si estás en una posición de subordinación,
mantén el control sobre ti mismo.
No te complazcas en tus antojos cuando tienes éxito, y no te agites cuando estés en una situación apurada. Sigue uniformemente la razón, sin torcerla de manera subjetiva. A
esto se le llama justicia.
En una posición superior, sé respetuoso, aunque digno; en una posición de subordinación, sé humilde, pero serio. Ten deferencia y flexibilidad.
Toma una posición de no dar por supuesto, establece tus servicios en el no dominio. A esto se le llama cortesía.
Lao Tse continuó: Por ello, si practicas esta virtud, tus subordinados seguirán tus órdenes.
Si practicas esta clase de humanidad, tus subordinados no serán conflictivos. Si practicas esta clase de justicia, tus subordinados serán justos y honrados. Si practicas esta cortesía, tus subordinados te honrarán y respetarán.
Cuando estas cuatro cosas se practican, el país vive seguro y en paz.
Por ello, lo que da al pueblo vida es el Camino, lo que le hace madurar es la virtud; lo que le hace amar es la humanidad, lo que le hace honrado es la justicia, y lo que le hace serio es la cortesía.
Sin evolución y nutrición, no puedes alimentar el crecimiento. Sin la amabilidad y el amor, no puedes completar la madurez. Sin la honradez y la actitud correcta, no puedes preservar y extender. Sin respeto y cuidado, no puedes valer gran cosa.
Así, El pueblo valora la virtud, toma a pecho la humanidad, considera con temor reverencial la justicia y respeta la cortesía. Estas cuatro cosas son signos de civilización, medios por los que los sabios gobiernan a las multitudes.
Si los dirigentes no tienen virtud, los plebeyos estarán llenos de resentimiento. Si los dirigentes no tienen humanidad, los plebeyos lucharán. Si los dirigentes no tienen justicia, los plebeyos serán violentos. Si los dirigentes no tienen cortesía, los plebeyos caerán en el desorden.
El que las cuatro constantes no estén establecidas se llama ausencia del Camino. Carecer del Camino y no perecer es algo que nunca ha sucedido.