En estos tiempos de tanta prisa, es fácil el olvidar que todo en la vida, necesita de un tiempo de gestación´y por tanto debemos tener en cuenta, que nada absolutamente nada se nos da por "casualidad" todo tiene un precio y un merecimiento, tanto en lo espiritual como en lo material.
No debemos temer a ningún cambio, nuestra mente debe permanecer abierta para recibirlos sobre todo porque ocurren cada vez con más frecuencia en el plano social, científico y cultural, pero estos ajustes deben ser bien pensados, las improvisaciones no producen buenos resultados.
Mente abierta no quiere decir acatarlo todo, sino estar consciente de lo que ocurre a nuestro alrededor, para saber oponernos a lo que no está bien y apoyar y contribuir al éxito de aquellos cambios que significan un beneficio para la humanidad.
"Las civilizaciones más elevadas nacen de la sagaz correlación de la riqueza material, la grandeza intelelectual, el valor moral, la astucia social y la compenetración cósmica" 911 porque sin un verdadero despertar de la conciencia poco o nada podemos hacer por cambiar las vibraciones malsanas de nuestro planeta.
Si queremos cambiar al mundo, es esencial que primero cambiemos nosotros nuestras pautas erradas de conducta y que aprendamos a amar a Dios como a nuestro Padre y ver en cada hombre a un hermano, a quien debemos no sólo amar sino también comprender y empatizar con la situación de cada uno de ellos, porque la evolución espiritual tanto la de los otros como la nuestra necesita también de tiempo y perseverancia.
yolanda silva solano