Jesús ilustró la profunda seguridad del mortal conocedor de Dios cuando dijo: «Para un creyente del reino quien conoce a Dios, ¿que importa si todas las cosas terrenales se arruinan?»
Libro de Urantia.
La verdad es que para tener esa paz inquenbrantable en medio de las ruinas morales o sentimentales, se requiere no solamente conocer a Dios por medio del intelecto, sino que se requiere "sentir" que Dios es nuestro Padre y que como tal, a pesar de todas las apariencias negativas del momento, sólo desea lo mejor para el ser humano y para cada individuo en forma particular.
Tener la certeza de que esta vida "es sólo un puente, podéis pasar por él, pero no debéis pensar en construir sobre él vuestra morada" 1735 nos da una perspectiva muy diferente de los acontecimientos, porque las cosas humanas, las buenas y las malas pasan rápidamente, pero todas ellas las podemos aprovechar para nuestra sobrevivencia eterna que es nuestro destino final, porque la realidad que nos cuesta asimilar es que "cuando el hombre muere, el espíritu comienza a alzar su largo vuelo en el gran viaje de regreso al hogar" 1439 porque "la muerte es tan sólo el comienzo de interminable carrera de aventura, una sempiterna vida de anticipación hacia el viaje eterno de descubrimiento" 159
Cada vez que fracasamos en algo que deseábamos realizar, sentimos que en cierta forma estamos mueriendo un poco... es entonces cuando debemos recordar que el fracaso o la pérdida no debiera ser para nosotros algo irremediable porque "el fracaso es simplemente un episodio educativo, un experimento para la adquisición de la sabiduría para el ser humano que busca a Dios. Para estos hombres, la derrota no es sino un medio nuevo para el alcance de niveles más altos de la realidad universal" 1780
No se piense por eso, que debemos despreciar o ignorar lo material, porque es justamente a través de lo material que podemos acercarnos a la realización espiritual y "mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades temporales" 1778
No llenemos nuestra mente ni nuestra vida con quejas inútiles que sólo agrandan lo malo, más bien "pon tu mente a trabajar para resolver tus problemas, enseña a tu intelecto a que trabaje para ti, no te dejes dominar por el temor, como si fueses un animal que no piensa. Tu mente debe ser tu aliado valiente para la solución de todos los problemas de tu vida, porque lo más valioso del potencial para el logro verdadero, es el espíritu divino que vive dentro de ti y que estimulará e inspirará a tu mente para que se controle a sí misma y active a tu cuerpo" 1438
yolanda silva solano