En su verdadera esencia, la religión es fe y confianza en la bondad de Dios.
Libro de Urantia
Qué diferente es esta defición de la verdadera religión, a la que comunmente se conoce. Para que ella sea verdadera no necesita de días, posiciones ni oraciones especiales porque la fe nos va a permitir encontrar a Dios todos los días en nuestro propio corazón y lo que es muy importante ¡por nosotros mismos! porque la fe es personal.
Podemos buscar la verdad y alimentarnos de ella en donde quiera que se encuentre, sin importar que sea por medios aparentemente humanos, lo único que realmente importa, es que esa verdad traspase la barrera del conocimiento y se convierta en algo vivo a través del significado que cada uno de nosotros sea capaz de extraer de ella, porque la verdad es tal, sólo cuando se convierte en algo operativo capaz de cambiar nuestra manera de vivir, porque ella "es válida sólo cuando revela la paternidad de Dios e intensifica la hermandad entre los hombres" 1572
La Buena Nueva que Jesús nos trajo es "la proclamación de una religión que no es tal, según el significado que hoy en día se le da a esta palabra, una religión que apela principalmente al Espíritu divino del Padre que reside en la mente del hombre.Una religión que deribará su autoridad de los frutos de su aceptación, que sin duda aparecerán en la experiencia personal de todos los que se vuelvan creyentes de esta comunión espiritual más elevada" 1730
Cuando nuestra fe no nos permite dudar del amor y la bondad de un dios que es nuestro Padre, todo resulta más fácil porque el amor atrae al amor, dejamos de actuar por temor al "no harás" y comenzamos a hacer el bien como consecuencia lógica del amor que Dios nos inspira, porque para entrar en el reino, no tenemos que esperar la muerte física pues "Jesús enseñó que por la fe, el creyente entra Ahora al reino. En varios de sus discursos enseñó que que dos cosas son esenciales para ingresar al reino por la fe y ellas son la sinceridad y el hambre de verdad."1861
"La sinceridad para venir como un niño a recibir el don de la filiación como un regalo y someterse a hacer sin preguntas la voluntad del Padre, con una genuina y plena confianza en la sabiduría del Padre para así, entrar en el reino libre de prejuicios, tener la mente abierta y dispuesta aprender como un niño. El hambre de verdad es el deseo de rectitud, un cambio de actitud mental en la motivación para ser como Dios y para encontrarlo" 1861 donde nunca antes lo habíamos encontrado, es decir en todas las fascetas de nuestra vida cotidiana.
Esforcémonos por vivir la verdadera religión porque ella nos hará personas plenas y felices capaces de cambiar al mundo, porque "el amor es la esencia de la religión y la fuente de una civilización superior"1124
yolanda silva solano