Estás muy cansado. Tus fuerzas tambalean. Las dudas te acechan, al punto de descreer de tu misión. Se anuncia la llegada de un nuevo
reino, tendrías que estar celebrando, pero en tu rostro hay más
lágrimas que sonrisas. La pesadez se adueñó de tu cuerpo. La energía
vital parece haberte abandonado. Seguís dando pasos sólo por amor a la
luz. Tu corazón no se entrega. Sé que estás necesitando una cuota extra
de esperanza, por eso te escribo. Co-creamos este instante. Nuestras
almas programaron, del otro lado de la línea del olvido, esta
particular forma de volvernos a encontrar.
Ninguno de los dos previó la importancia de este encuentro. Nos reímos
a carcajadas cuando, segundos antes de encarnar, nos pidieron que
incluyamos esta cita para infundirnos ánimo. No la creíamos necesaria.
Consideramos que nuestros espíritus experimentarían la densidad de la
materia, pero no olvidaríamos nuestra verdadera esencia. Al vernos tan
confundidos, hoy un ángel se apiadó y me recordó al oído sobre la
posibilidad de este encuentro. No importa sino creés lo que te digo,
sólo necesito que me escuches.
No puedo verte, pero sí sentirte. Estás extenuado. Sentís como si remaras contra la corriente.
Una catarata de estupidez humana golpea sobre tus espaldas y te impide
avanzar. Te cuesta aceptar que la gran mayoría de las personas se
sienta cómoda viviendo en la inconsciencia y la insensibilidad. Ellos
no te comprenden. Se muestran tan seguros con sus pseudas verdades que
a veces pensás que, tal vez, el equivocado sos vos.
Es cierto que tu cuerpo siente el cansancio por tanto peregrinar, pero lo
importante es que tu llama interior se mantiene viva. Eso es lo que
cuenta. Eso es lo que marca la diferencia. Esparcí tu amor por la vida.
Continuá ayudando. Seguí sembrando. La bandera de la esperanza tiene
que seguir flameando, no la pueden derribar. Que hoy tu pecho se infle
de nuevo para gritarle al mundo que, a pesar de todo, se puede. SE
PUEDE.
Sé que cada día tenés que juntar coraje para seguir sobreviviendo. Es comprensible que te duela el corazón. No es fácil
moverse en medio de tanta violencia sin sentido. De todos modos seguís
y seguís. Valoro tu constancia, siempre fuiste de los que nunca se
entregan. Tu pasión no se apagará jamás. Conozco tu espíritu.
Tomado de la Red