«Vuestro destino espiritual sólo está condicionado por vuestros anhelos e intenciones espirituales.»
Jesús, El Libro de Urantia,
Que simple nos presenta Jesús nuestro camino espiritual, no hay imposiciones ni prohibiciones de ninguna especie. No nos dice donde orar ni el cómo hacerlo, ni cuándo, porque sabe que nuestro propio cuerpo es su templo. "El cuerpo físico de los mortales es el templo de Dios y el más grande de los misterios impenetrables de Dios, es el fenómeno de la residencia divina en la mente de los seres humanos"26
Tampoco nos prohibe ninguna clase de alimento, porque "no es lo que entra por la boca lo que ensucia espiritualmente al hombre, sino más bien lo que procede de su corazón"1712
No nos pide que realicemos ningún ritual determinado, porque "proclamó valientemente la libertad espiritual del hombre. Jesús trascendió todas las enseñanzas de sus precursores cuando tuvo la osadía de reemplazar el lavado de las manos, por un corazón limpio como marca de la religión verdadera"1671
Lo único que realmente tiene importancia en nuestro camino evolutivo y espiritual son nuestras intenciones en todo lo que hacemos, es el estado de ánimo y nuestra conciencia de lo que hacemos lo que le da valor de sobrevivencia a nuestras acciones. Lo externo no tiene ninguna importancia, porque podemos engañar a los que nos rodean, e incluso nos podemos engañar a nosotros mismos con un falso misticismo, pero a Dios no lo podemos engañar con nuestras acciones santurronas, porque "para entrar en el Reino, el motivo es que cuenta, pues el Padre mira dentro del corazón de los hombres y los juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras"1571 porque "Dios ve tanto los motivos íntimos del alma, como vuestras pretenciones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción" 1826
En la religión del espíritu, el que no avanza, retrocede porque "no es suficiente no hacer el mal, es preciso aprender a hacer el bien" 1736 Jesús desaprobaba la idea de ojo por ojo y diente por diente, porque un agravio no se corrige con la venganza. No cometáis el error de combatir el mal con sus propias armas"1580
Cuando nos enfrentamos a estas verdades tan explícitas cabe preguntarnos ¿nuestra vida se rige por nuestras íntimas convicciones y deseos sinceros de ser cada día un poco mejor, o simplemente nos contentamos con una vida espiritual barata de símbolos y costumbres aprendidos en la niñez?
yolanda silva solano