|
FRANCISCO NIETO V.: EL ASPIRANTE ESPIRITUAL Y EL PROBLEMA DEL SEXO (IV)
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: moriajoan (Mensaje original) |
Enviado: 15/03/2010 16:07 |
EL ASPIRANTE ESPIRITUAL Y EL PROBLEMA DEL SEXO (IV)
FRANCISCO NIETO
Ya hemos dicho en otro párrafo los medios que el hombre tiene para dirigir la energía
creadora o sexual hacia arriba y cómo esos medios evitan el despertar de esa energía
prematuramente, lo que, a su vez, hace que el hombre se olvide de esa práctica. En
definitiva se trata de elevar la energía del chacra sacro al chacra laríngeo por medio de una
acción o expresión creadora del hombre relacionada con:
1º. Actividad, creadora o inventiva como resultado de la meditación o el discernimiento
en motivos elevados u abstractos. 2º. Desarrollo y elevación de sentimientos morales, humanos, fraternales y espirituales por
medio de la concentración de la mente y ejercicios espirituales y oraciones. 3º. Actividades físicas o deportivas para evitar momentos de ocio que pudieran
suponer tentaciones y para el mantenimiento de la salud.
Solo cuando haya una verdadera unión entre las energías superiores y las inferiores
podemos esperar el beneficio o resultados de las Leyes Superiores y una elevación y
mejoramiento en los hijos que nazcan lo que, a su vez, enriquecerá al mundo y a la
sociedad. Si hoy la mayoría de las personas están centradas en los chacras situados
por debajo del diafragma y dirigiendo su energía egoístamente hacia el mundo físico,
en un futuro, esas energías deberán ser transmutadas y purificadas para poder ser
expresadas a través del corazón, de la garganta y de la cabeza. Este ascenso de lo
inferior a lo superior representa el Santo Matrimonio cuya función sexual es pura y
casta. Sin embargo, hay otra unión más importante aun que bien podríamos calificar de
unión mística, esta es, lo que hay entre Dios y el hombre o del Yo superior con el inferior. Dicha unión es la que se consigue entre la glándula pineal y el cuerpo pituitario. La
glándula pineal representa el aspecto masculino o positivo y entra en actividad por medio
de la meditación, la oración, la concentración, el altruismo, el amor y las aspiraciones e
ideales elevados llevados a la práctica. El cuerpo pituitario representa el aspecto
femenino o negativo, este chacra fusiona los cinco tipos de energía que le llegan de
los chacras que hay por debajo de él. Estas dos glándulas son representativas de
los órganos sexuales masculino y femenino creadores de las formas, y cuando el
aspirante lleva a cabo su trabajo esotérico y espiritual, hace que estos chacras se unan
y sean creadores en los mundos espirituales. O lo que es lo mismo, el desarrollo
espiritual y la elevación de la energía creadora desde la zona sacra hasta la cabeza
hace que unos campos magnéticos vibratorios hagan contacto entre sí para que nazca
el Cristo interno en el aspirante. De ahí que Cristo dijera: “A no ser que el hombre vuelva
a nacer no podrá ver el reino de Dios.” Este trabajo tiene como resultado la obtención
de la clarividencia voluntaria, lo que significa que el espacio y la densidad de la materia
ya no serán un obstáculo para cuando el aspirante desee observar cualquier región del
Mundo de Deseos. Es cierto que la energía creadora está siendo pervertida a diario de
una forma egoísta, para fines ambiciosos personales, y para satisfacción propia, pero
también lo es que cada día hay más personas interesadas en este conocimiento oculto
y en otros aspectos elevadas de la sociedad que le permitirán
utilizar este poder creador en sentido artístico, religioso, científico e incluso político. El desarrollo espiritual y perfección espiritual de la humanidad está relacionado y depende
del desarrollo oculto que se ha de producir en el cuerpo etérico por medio de su conexión
con las siete glándulas endógenas y los siete Espíritus ante el Trono (Planetarios) de
Mercurio, Venus, Marte, Tierra, Júpiter, Saturno y Urano. Este desarrollo va creciendo
según el hombre manifiesta internamente las virtudes planetarias cuyos espíritus se encargan
de despertar la nota-clave de cada glándula, lo que hace que el Ego desarrolle las fuerzas
específicas de dichos Espíritus Planetarios. Pero hay tres planetas que tienen una relación
muy directa con el desarrollo espiritual de los aspirantes ahora y en los próximos siglos
que nos llevarán a la Época de Acuario, estos son: Saturno, Mercurio y Venus. Saturno es
el que hará consciente a la humanidad más adelantada de que hay un camino opcional
que, aunque más sacrificado, traerá mayor desarrollo interno; Mercurio como representante
del segundo decanato de Acuario traerá luz, verdad e iluminación mental y espiritual para
comprender lo que nos llegue de las Jerarquías Planetarias, de los Hermanos Mayores y de
los Maestros; Venus regente del tercer decanato despertará el sentimiento de hermandad, el
altruismo, la colaboración y el amor razonado que acabará con la enemistad y la separatividad.
Pero también Saturno y Mercurio ayudarán a elevar la energía creadora desde los chacras
inferiores a los superiores y a que se cree el puente entre los chacras
de la cabeza. Naturalmente
que esto traerá un gran cambio en las relaciones sexuales y en el matrimonio a la vez
que un creciente interés por las ciencias ocultas. En estos próximos 500 años que faltan aproximadamente para entrar en la Era de
acuario por la precesión de los equinoccios, tiene que haber grandes cambios en la
humanidad y, por tanto, respecto al sexo. Por eso mismo el aspirante al sendero
de santidad debe mentalizarse y comenzar ya a trabajar respecto a:
1º.- Considerar el matrimonio como una relación de profunda amistad, amor y respeto,
de la cual debe haber unos resultados que beneficien a la sociedad. Esto significa que
debe haber una elevación y transmutación de energía creadora para dar oportunidad de
renacer a Egos adelantados; así como que el trabajo de los padres y de dichos Egos
repercuta positivamente en la humanidad. 2º.- Trabajar muy especialmente el cuerpo mental por medio de la concentración, la
meditación, la observación y el discernimiento, que son los ejercicios que ayudarán a
desarrollar el poder interno. 3º.- Olvidar todo lo relacionado con el sexo físico para expresar la energía creadora
con los chacras del corazón (devoción), de la laringe (palabra) y de la cabeza
(pensamiento creador) 4º.- Erradicar el deseo de placer egoísta así como la satisfacción por medio del instinto
animal respecto al sexo en el matrimonio para utilizar la energía creadora de
ambos solo para la procreación.
Todo en el universo es vida, en todo hay una energía o fuerza dinámica fecundante y otra
pasiva lista para ser fecundada, desde el mismo Ser Supremo hasta el hombre pasando
por nuestro propio Dios comparten o contienen en sí mismo esta energía creadora cuya
acción y reacción llamamos sexo. El Ser Supremo representa el aspecto positivo o
masculino y la Substancia Raíz Cósmica donde va a crear el femenino, lo mismo ocurre
con nuestro Dios cuando elige una porción del espacio para fecundarle y manifestar un
sistema solar compuesto de siete mundos, y eso mismo ocurre con el Sol y los
planetas o con el átomo. Pero dependiendo de la “forma” objetiva o subjetiva donde
esta energía actúe, así deberá cumplir una función creadora; así ocurrió en la época
Lemúrica donde, con la ayuda de las jerarquías, el hombre utilizó la mitad (un polo) de la
energía creadora para construir el cerebro (imprescindible para que haya pensamiento)
y la laringe para su expresión como palabra creadora futura. De hecho, el ser humano es creador de todo lo que le rodea gracias a su cerebro y a su
laringe. Así es que, los cuerpos masculino y femenino así como la unión sexual entre
ambos es necesaria para procrear porque cada uno tiene un polo activo y otro pasivo y
latente contrario, pero lo que no estaba previsto era que el hombre en su “caída” abusara
y derrochara esta energía creadora para satisfacer su instinto animal. Podemos deducir,
por tanto, que somos resultado de un acto sexual de Dios sobre la materia; que somos
creadores físicos y de formas físicas gracias a la acción de nuestro Yo superior sobre
el cerebro y la laringe; y que también somos creadores (como resultado del acto
sexual) de cuerpos físicos. Esta utilización es correcta y no implica pecado como tampoco
lo implicaba el acto sexual antes de la individualización y la adquisición de la mente.
Se considera pecado cuando esta energía se utiliza para la gratificación de los sentidos
y no para los aspectos creadores mencionados, lo que viene sucediendo desde que
los Ángeles Luciferes estimularon nuestro cuerpo de deseos, lo que nos llevó a
experimentar y desear cada vez más este “placer”. La salvación vendrá cuando
encontremos el equilibrio o el uso de la doble polaridad de esta energía en los
mundos superiores, pero mientras sigamos utilizándola físicamente para satisfacer
el deseo de placer estaremos pecando contra el Espíritu Santo, Jehová. Lo que normalmente llamamos sexo, respecto a la relación de pareja, es una “fuerza
vital” cuya actividad es vibratoria radiante y magnetizante, con cierto parecido a la
electricidad, y capaz de ejercer presión. Esta energía que opera en los siete mundos y
que en el físico llamamos sexo, tiene su origen en la propia manifestación de Dios y
es utilizada o expresada por todos los cuerpos que utiliza el propio Espíritu en cada
uno de los mundos. Por eso, cuanto más denso el cuerpo más dificultad de expresarse
tiene como “fuerza creadora y divina” y más transformaciones sufre a la vez que se
adapta a las Leyes que gobiernan el plano de expresión; pero, aun así, debe ser
considerada como una energía divina que nos permite vivir, evolucionar y regenerarnos.
La necesidad de crear nuevos cuerpos aquí en el mundo físico ha hecho que funcione
como una dualidad o doble polaridad, lo que exotéricamente conceptuamos como
relacione sexuales. Según el ocultismo, hay muchos chacras en el cuerpo etérico pero son siete los más
conocidos e importantes para el desarrollo interno y el de ciertos poderes, pero
como el desarrollo interno está relacionado con el uso de la energía creadora que se
eleva desde los órganos sexuales hasta el cerebro, tenemos que hablar sobre dichos
centros. Los tres centros inferiores registran tres tipos de energía relacionada con los
tres Aspectos de Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) siendo el centro sacro el que está
relacionado con el tercer Aspecto o Espíritu Santo creador de cuerpos y dador de vida.
Pero lo cierto es que estos tres centros solo hacen que reflejar los centros superiores
del corazón, de la laringe y el llamado coronario relacionado con la glándula pineal. En
las personas poco desarrolladas y, por tanto, más centradas en el triángulo de chacras
inferiores prevalecen el centro sacro y el del plexo solar mientras que el cuaternario
superior permanece casi pasivo. Estas personas suelen tener una notable percepción
psíquica como nosotros la tuvimos hace millones de años puesto que el centro sacro
estimula la acción en la vida y en el mundo físico, mientras que el sacro lo hace sobre
la naturaleza psíquica. Esto quiere decir que estos chacras despiertan la conciencia en
el mundo de deseos y, por tanto, hacen que se viva la vida sexual desde el punto
de vista de las emociones, sentimientos y deseos pero no de la mente. Sin embargo,
el centro del plexo solar tiene relación con el centro coronario y con el cerebro, lo que
indica que es parte del desarrollo del hombre; pero son las energías sexuales y
creadoras del centro sacro las que, cuando sean sublimadas y reorientadas hacia el
chacra de la laringe las que harán del aspirante un ser consciente y
creador en los mundos invisibles.
|
|
| |
|
|
Primer
Anterior
Sin respuesta
Siguiente
Último
|
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|