Cuando la mente elige un juicio moral justo por acción del libre albedrío, esta decisión constituye una experiencia religiosa.
Libro de Urantia.
¡Cuánta importancia da Jesús a nuestro libre albedrío! ni siquiera nos pide seguir sus enseñanzas al pie de la letra, mucho menos nos obliga como lo hacen las religiones o determinados Maestros, a creer y hacer lo que ellos estiman que debemos hacer, Jesús sabe que " la verdad no se puede definir en palabras, sino tan sólo viviéndola. La verdad es siempre más que conocimiento. El conocimiento pertenece a las cosas observadas, pero la verdad trasciende esos niveles puramente materiales porque se asocia con la sabiduría y abarca los imponderables propios de la experiencia humana, incluso las realidades espirituales y vivientes 1459." deben nacer de la comprensión personal del ser humano, pues "escuchar las enseñanzas de Jesús, no equivale a conocer a Dios.1657" porque la verdadera religión es la actitud de un alma en sus relaciones conscientes con su Creador. 1603" y al decir conscientes quiere decir que cada ser libremente sigue la guía de su propio espíritu. Lo libros sagrados, la voz de los Maestros, la sabiduría de las filosofías, pueden ser de gran ayuda para formar el propio juicio entre una diversidad de opiniones, pero la última palabra, la decisión de que hacer, siempre debe ser asumida por nuestro libre albedrío porque sólo cuando esto sucede, nuestra decisión tiene el valor de vida eterna.
«No podéis comprar la salvación; no podéis ganar la rectitud. La salvación es el don de Dios, y la rectitud es el fruto natural de la vida nacida del espíritu de la filiación en el reino. No seréis salvados porque viváis una vida recta, sino que viviréis una vida recta porque ya habéis sido salvados, habéis reconocido la filiación como un don de Dios y el servicio en el reino como el gozo supremo de la vida en la tierra. Cuando los hombres creen en este evangelio, que es una revelación de la bondad de Dios, serán conducidos al arrepentimiento voluntario de todo pecado conocido. La comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes en el reino tienen sed de rectitud y hambre de perfección divina.1683"
No podemos comprar la salvación siguiendo prácticas impuestas, ni tampoco podemos ganar la rectitud con ayunos o sacrificios externos o largas meditaciones en posición de loto, porque lo importante no es lo que hacemos, sino la actitud con la cual hacemos desde el más grande, al más pequeño de nuestros actos. Ellos tienen valor sólo cuando son volitivos y conscientes y no ejecutados en ocasiones especiales cuando el fervor emocional descontrola nuestra mente, sino que deben realizarce en el silencio y simpleza de las labores diarias, pues "la verdadera religión es una manera significativa de vivir en forma dinámica y frente a frente con las realidades comunes de la vida diaria y por lo mismo " el religionista no es insensible al sufrimiento social, ni está inconsciente de la injusticia civil, ni está aislado del pensamiento económico, ni tampoco es insensible a la tiranía política. La religión influye directamente sobre la reconstrucción social, porque espiritualiza e idealiza al ciudadano individual. Indirectamente, la civilización cultural está influida por la actitud de estos religiosos individuales a medida que ellos se vuelven miembros activos e influyentes de los grupos sociales, morales, económicos y políticos.1089"
"Si la religión ha de estimular el desarrollo individual del carácter y aumentar la integración de la personalidad, no debe ser estandardizada. Si ha de estimular la evaluación de la experiencia y servir como un señuelo que en sí mismo es un valor, no debe ser estereotipada. Si la religión ha de promover lealtades supremas, no debe ser formalizada.1089" porque cada ser humano debe tener su propia interpretación de lo que dice creer.
yolanda silva solano