Sabio consejo el que se nos entrega y que nos demuestra cuanto conocía y amaba Jesús a los hombres, porque no se preocupaba solamente de la superación de sus almas, sino que también de su bienestar físico, porque mientras más sano y fuerte esté nuestro cuerpo físico, más propicio va a estar también nuestro espíritu para discernir lo que es correcto hacer, aún en medio de las dificultades. Alejarse de los problemas no es indolencia, ni escapismo porque el hacerlo sería inconsecuencia con nuestra meta de querer ser perfectos, por eso no se trata de ignorar lo negativo que nos ocurre, sino de tomar algo de distancia para poder ver con claridad, no sólo como podemos solucionar el problema, sino también como lo podemos aprovechar para crecer espiritualmente. "Así, cuando volváis descansados después de un período de esparcimiento o de adoración, podréis atacar vuestros problemas con mente más clara y mano más firme, y desde luego, con el corazón más resuelto. Muchas veces veréis que el problema se ha achicado en tamaño y proporción durante vuestro reposo de la mente y el cuerpo, porque siempre existe el peligro de que la monotonía de las relaciones humanas, multiplique las perplejidades y magnifique las dificultades.1611"
El descanso y el esparcimiento nos ayudan a no ser tontos graves, a no tomarnos demasiado en serio, porque no es lo que Jesús quiere, porque él nos pidió que no lo recordáramos como "varón de dolores, pues las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra voluntad y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan estas enseñanzas se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre, porque una felicidad en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766
Imitemos a Jesús que no temía a las recriminaciones de los fariseos, cuando ante éste extraño espectáculo en el ambiente judío, de ver a un hombre de carácter recto y de sentimientos nobles departiendo libre y alegremente con la gente común, incluso con una multitud frívola e irreligiosa de publicanos y supuestos pecadores, murmuraran, al ver que según avanzaba la cena, la alegría de los convidados iba en aumento, haciéndose desbordante, y todos estaban pasando un rato tan espléndido, que los espectadores fariseos comenzaron a criticar en su corazón a Jesús por su participación en una cosa tan frívola y ligera y decían ¿Cómo te atreves a enseñar que este hombre es justo cuando come con publicanos y pecadores prestando su presencia a estas escenas de frivolidad». Pedro le susurró este comentario a Jesús antes de que éste impartiera la bendición de despedida a la reunión. Jesús cuando comenzó a hablar dijo "Al venir aquí esta noche para dar la bienvenida a Mateo y Simón en nuestra hermandad, me complace presenciar vuestra alegría y esparcimiento, pero debéis regocijaros aún más porque muchos entre vosotros entraréis en el reino venidero del espíritu, en el cual disfrutaréis más abundantemente de las cosas buenas del reino del cielo. A los que curiosean y me critican en su corazón porque he venido aquí a alegrarme con estos amigos, sabed que he venido a proclamar gozo a los socialmente afligidos y libertad espiritual a los cautivos morales. ¿Es necesario recordaros que los sanos no necesitan de médico, sino más bien los que están enfermos? Yo he venido, no a llamar a los justos, sino a los pecadores.1541"
El tomar fuerzas de la recreación, no sólo nos sirve para solucionar mejor nuestros problemas, sino que además nos enseña a vivir la Vida con plenitud, lejos del concepto que ella es "un valle de lágrimas" Recordemos que Jesús asistía a bodas y comía con los publicanos, así es que nosotros aprendamos también a divertirnos y disfrutar de lo poco o de lo mucho que tengamos, porque si lo sabemos aprovechar , lo poco... siempre podrá ser mucho...
yolanda sllva solano |