La espiritualidad eleva la habilidad de decubrir la belleza de las cosas simples,de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores.
Libro de Urantia. Pág.1096
La verdadera espiritualidad, esa que va más allá de los rezos repetidos sin conciencia, cambia en forma fundamental nuestra vida, porque ella "es una forma de vida y una técnica de pensamiento. 1013" que nos ayuda a despertar de la monotonía que cansa y agota y al hacerlo, somos capaces de ver la belleza donde nunca antes la habíamos percibido porque nuestra sensibilidad y nuestro amor está a flor de piel y ella nos ayuda a disfrutar de la belleza no sólo de las cosas hermosas que la naturaleza a cada minuto nos ofrece, sino que también somos capaces de descubrir la belleza que se esconde en cada ser humano, porque en todos ellos habita el espíritu divino, al igual que en nosotros.
Somos capaces de ver más allá de las apariencias, no nos quedamos con lo mediático que nos toca vivir, sino que buscamos el significado de lo que nos ocurre, porque nada sucede por casualidad... todos los acontecimientos, los buenos y los malos son oportunidades para que nosotros rearfirmemos nuestros valores y los pongamos al servicio de nuestros hermanos.
La espiritualidad real no tiene horas ni lugares para manifestarse, pues "es una manera significativa de vivir en forma dinámica y frente a frente con las realidades de la vida diaria.1089" porque pretender huir de estas realidades es el peor de los autoengaños, creer que nuestra unión con Dios hace nuestra vida un lecho de rosas sin espinas es una gran falacia porque "no puedes huir de ser infeliz, porque tanto tú como tus problemas del vivir son males reales, no podrás escapar de ellos mientras estés vivo. Pero, piensa otra vez, verás que tu mente es clara y capaz. Tu cuerpo robusto tiene una mente inteligente que lo dirige. Pon tu mente a trabajar para resolver sus problemas; enseña a tu intelecto a que trabaje para ti, no te dejes dominar por el temor, como si fueras un animal que no piensa. Tu mente debe ser tu aliado valiente para la solución de los problemas de tu vida, en vez de ser tú como lo has sido, su pobre esclavo atemorizado, siervo de la depresión y la derrota. Pero lo más valioso de todo, tu potencial para del logro verdadero, es el espíritu que vive dentro de ti, que estimulará e inspirará tu mente para que se controle a sí misma y active a tu cuerpo, si lo liberas de las cadenas del temor, permitiendo así que tu naturaleza espiritual comience a liberarte de los males de la inacción, mediante el poder y la presencia de la fe viviente. Verás entonces que esta fe derrotará el miedo a los hombres mediante la presencia del nuevo y dominante amor por tus semejantes y que pronto llenará tu alma hasta rebasarla gracias a la conciencia que habrá nacido en tu corazón de que eres un hijo de Dios.1438"
Cuando en nuestro interior, la filiación divina, nuestra vida cambia, nos sentimos seguros de su amor, de su protección, de la guía del espíritu divino que en nosotros mora, sabemos que si nos empeñamos en unir nuestra voluntad a la de nuestro Padre, seremos invencibles porque ¡con Dios todo se puede! pero en esta seguridad, no hay cabida para ningún orgullo personal, pues sabemos bien que "si hay una virtud en nosotros, es la manifestación del Cielo, que permanece con nosotros, porque " Dios está conmigo y he determinado que no albergo dudas en mi corazón. La fe ha de hallarse muy cerca de la verdad de las cosas, El Cielo se ocupa del alma del hombre de acuerdo a su propósito. Cuando te encuentres en el error, no titubees en confesar tu error y sé presto a enmendarlo.porque alcanzar la perfección es la meta del hombre. El hombre superior sabe adaptarse y está libre de la ansiedad y del temor. Dios está contigo, no albergues dudas en tu corazón. Toda buena acción tiene su recompensa. El hombre superior no murmura contra Dios ni alimenta rencores contra los hombres. Lo que no te gusta que a ti te hagan, no se lo hagas a otro. 1453"
Si damos crédito a estos consejos y los ponemos en práctica sin duda alguna que nuestra vida cotidiana se llenará de amor, belleza y bondad
yolanda silva solano