LIBERTAD
He denominado este fondo con el nombre arriba mencionado, por que para mi un
aguila representa la libertad del ser, de fluir, de vivir y de renovarse, representa
esa libertad que todos necesitamos y es nuestra propia libetad interior.
Y en referencia e esto les dejo un escrito resumido por que es largo y muy interesante de
N.Sri Ram
LA LIBERTAD QUE TODOS NECESITAMOS
Existen dos clases de libertad: la libertad de que la gente habla generalmente y una clase distinta de libertad.
Cuando un hombre está perturbado, quiere librarse de la situación que causa tal perturbación.
Si me encuentro en una situación que no me agrada, mi reacción será salirme de ella lo antes posible.
De modo que cuando hablo de libertad, se trata simplemente de una reacción a una condición particular,
un deseo de escapar a esa condición. La libertad que se busca es parcial,
en realidad no es libertad ya que la nueva situación tendrá también sus problemas.
La otra clase de libertad a que nos referimos es la que está dentro del propio corazón,
desvinculada de las condiciones externas.
Si existe esta libertad interior se puede estar encerrado entre las cuatro paredes de una prisión,
pero aún allí se experimentará libertad, que es realmente felicidad.
Durante las décadas pasadas ha habido un acrecentamiento de libertad social; esto es,
libertad del individuo en relación con la sociedad.
En muchas partes del mundo hay mucha más libertad para que el individuo viva su vida a su manera
sin imposiciones de otros. Entre otras cosas, hay ahora más libertad para la mujer.
Pero todo esto no impide el conflicto entre un individuo y otro.
Tampoco borra los conflictos del propio corazón.
Hay libre juego para todas las fuerzas que causan nuestro sufrimiento.
Hay un armazón de orden en el propio individuo o en la sociedad, pero dentro de esa armazón hay caos y
tanto dolor como libertad, porque pese a la libertad exterior, no experimentamos paz en la mente o felicidad
porque ambas dependen de la libertad interna.
Hay una libertad que se experimenta en el propio proceso de sí mismo,
tal la que se expresa en nuestro pensamiento y sentimiento con respecto a la gente y a las cosas.
Tomemos por ejemplo cualquier cosa que pueda molestarnos, hay una manera de pensar sobre eso que
nos hace sentir mal, que da lugar a mayor pena, pero puede haber un modo distinto de apreciarlo,
una actitud diferente, con la cual podremos experimentar paz y felicidad.
Necesitamos percibir esta importante verdad en relación con todo lo que puede afectarnos. Todos estamos, y démonos cuenta de ello, en un estado más o menos fuera de lo natural.
Nos hemos vuelto artificiales en muchas cosas. El mundo ha resultado demasiado para nosotros.
Nos ha conformado a su propia imagen, pero es en el estado natural original que se encuentra esa verdad
que llega sin ser buscada y esa felicidad que fluye desde adentro.
Es la experiencia del propio fluir de la vida. No se busca la felicidad, ni siquiera se piensa en ella,
pero se vive de una manera que de por sí entraña felicidad. No depende de nada exterior.
En ese estado se ayuda, pero no se dice: "voy a ayudar a tal persona", sino que se ayuda espontáneamente
porque eso sale en forma natural. Uno es, entonces, uno mismo y no trata de ser otra cosa.
Este estado de libertad interna es la meta, el destino de todos los seres humanos.
Es la recuperación de nuestra propia naturaleza, y solamente podemos lograrla mediante un cambio
que llega si prestamos atención a nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones
sin que los mismos constituyan motivo de preocupación para nosotros.
A medida que realicemos esto, comprobaremos que nos volvemos cada vez más objetivos hacia lo que ocurre.
Este estado de objetividad es el estado de la verdad. La conciencia pura no se ve arrastrada al pasado
ni sueña en un futuro que es simplemente un reflejo de aquel pasado.
El punto focal, la punta de flecha de la conciencia,
en el momento actual puede prestar atención a todas las cosas que tiene ante sí.
Sin inhibiciones, sin urgencias de previas experiencias, desentendida de las cosas que le rodean,
la conciencia puede conservar su equilibrio y libertad, reteniendo de este modo su pureza.
Esta es la libertad que realmente necesitamos.
Cuando la obtengamos encontraremos en ella la verdadera moral, la virtud y muchas otras cosas.
También estará allí la verdad. Esta libertad interna es la madre de todas las gracias
Myriam
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