DE LA VANIDAD
Llegó alguien y le dijo: Maestro,
háblanos de la Vanidad. Y Él así
les platicaba:
La Vanidad no es más que el vestido
de que se cubren las cosas para
ser deseadas. Y atended, porque
he dicho deseadas y no amadas.
El deseo es el foco del egoísmo,
mientras que el Amor
es la Luz del corazón.
Así os digo: no deseéis por el vestido,
sino por aquello a lo que
cubre, y de esta forma no alentaréis
la vanidad en vuestros hermanos.
Sabed que las cosas oscuras se
visten de belleza en estos tiempos y
se rodean de olores agradables y perfumes,
y se pasean con todo tipo
de adornos y piedras preciosas.
Se cubren de máscaras hermosas y de
cuerpos exuberantes.
Pero mirad las a los ojos
y veréis que en el fondo únicamente hay
inestabilidad y sentiréis su vacío,
porque no hablan ni el corazón ni
el Amor por ellas, sino solo el deseo y la vanidad.
DEL LIBRO: ASÍ HABLABA QUETZACOATL